Tienen un “origen democrático”, refiere Delgado

Reparten Morena entre “corcholatas” y fuerzas regionales

Les dan dirigencias estatales “para conservar la unidad”; Delgado defiende origen democrático; Ackerman acusa que con reforma quieren acabar con disidencia

Mario Delgado, Dirigente nacional de Morena
Mario Delgado, Dirigente nacional de Morena Foto: Cuartoscuro

Para conservar la “unidad” en Morena, el partido repartió las 32 dirigencias locales entre los grupos políticos de las “corcholatas”, de la dirigencia nacional, de los gobernadores, de aspirantes a gobernadores y hasta de exmilitantes de otras fuerzas políticas.

Una vez concluido el proceso interno para renovar todos los liderazgos locales, que estarán en el cargo durante tres años, y de cara al próximo Congreso Nacional, tiene en operación al frente del partido en los estados a quienes “organizarán al pueblo para la Cuarta Transformación”.

Según Mario Delgado, dirigente nacional del partido, los 32 dirigentes que eligieron tienen un “origen democrático y legítimo”, por lo que no tienen una representación específica de algún aspirante presidencial o de algún gobernador.

Sin embargo, refirió que, como parte de su tarea de dirigentes del partido, tienen la responsabilidad de organizar a las bases y también de acompañar a los gobernantes estatales y al Presidente.

Los dirigentes estatales afines a las “corcholatas” quedaron en la Ciudad de México y en Tabasco, con Sebastián Ramírez y Tey Mollinedo, quienes son operadores de Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, respectivamente.

En Morena no tenemos ninguna confusión, de que nosotros debemos ser autónomos, independientes, de no tener nada que ver con el gobierno, no. Al contrario, ¿Cuál es el papel del partido? Impulsar los resultados del gobierno, impulsar la transformación, porque la gente lo decidió
Mario Delgado<br>Dirigente nacional de Morena

Sin embargo, hay algunos delegados nacionales que fungían como presidentes locales, los cuales fueron ratificados en los comités directivos estatales, y que son afines a Mario Delgado, cercano a Marcelo Ebrard, como en Baja California, con Ismael Burgueño.

Otros de estos delegados nacionales de partidos que después del proceso interno se quedaron en el cargo son Diego del Bosque, en Coahuila; Oaxaca, con Benjamín Viveros; Veracruz, con Esteban Ramírez, y Chiapas, con Carlos Molina.

En Baja California Sur también se quedó al frente de Morena estatal un delegado nacional del partido, Guillermo Guzmán Cota, quien es sobrino de Josefina Cota, también tía de Leonel Cota, exgobernador del estado y actual titular de Seguridad Alimentaria Mexicana.

En Yucatán, Alpha Alejandra Tavera, quien es una de las cuatro subdelegadas del Bienestar quedó al frente de Morena.

Entre los gobernadores que tendrán en la dirigencia estatal de Morena a su aliado está Layda Sansores, de Campeche, pues al frente del partido quedó Erick Alejandro Reyes León, quien trabajó con ella en la alcaldía Álvaro Obregón, en la Ciudad de México.

Entre quienes también quedaron al frente del partido en los estados y que son afines a los gobernadores o parientes de funcionarios están: María del Rayo Gaytán, en Sonora, cercana a Alfonso Durazo; Zaira Nohemí Iturbe, en Nayarit, ligada al gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero; Olga Lucía Romero Garci-Crespo, en Puebla, cercana al gobernador Miguel Barbosa; Ulises Bravo Molina, medio hermano del gobernador Cuauhtémoc Blanco, en Morelos; así como Rita Ozalia Rodríguez, hermana de Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

En el Estado de México, quien se quedó con el control del partido fue el Grupo Texcoco, que preside el senador Higinio Martínez, a través de la senadora Martha Guerrero, que tendrá la encomienda de organizar la estructura a favor de Delfina Gómez. Los súperdelegados también se hicieron valer en estados como Chihuahua, Colima, Guerrero y Jalisco donde se impusieron a sí mismos o a otros en los cargos directivos del partido.