Bajo la consigna de fortalecer al Poder Judicial y abonar a la adecuada impartición de justicia en país, en estos momentos donde se vive de una “polarización” y se requiere de combatir las afectaciones a los derechos humanos, ayer en sesión solemne de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) tomaron protesta 50 juezas y jueces de Distrito del Sistema Laboral.
En el acto la ministra Loretta Ortiz aseveró que los juezas y jueces, 13 mujeres y 37 hombres, asumían el compromiso de reivindicar la legitimidad y la confianza social en el sistema de impartición de justicia, porque provenían de una nueva generación que tenía firmes convicciones.
“En ustedes recaerá la alta encomienda constitucional de preservar el Estado de Derecho y garantizar que toda persona que recurra o sea sometida a la acción de la justicia cuente con un debido proceso”, afirmó.
La ministra les enfatizó su función como nuevos impartidores de justicia es esencial en estos momentos porque deben proteger y garantizar los derechos humanos.
En tanto, el magistrado y consejero del CJF, Sergio González Bernabé, informó que los nuevos jueces pasaron por un arduo proceso de selección, que inició con mil 627 aspirantes, los cuales tuvieron que pasar por un cuestionario escrito, luego resolver un caso práctico y finalmente enfrentarse a un examen oral ante expertos juristas.
“México requiere jueces con un perfil completo, con un perfil imbuido de cultura y compromiso con los derechos humanos. En un país polarizado, en una sociedad dividida, la labor de los jueces es más importante que nunca”, consideró.
Como nuevas juezas y jueces tienen la responsabilidad de ser el “poder equilibrador, de convertirse en guardianes de la constitución y los derechos humanos, especialmente de un sector vulnerable y segregado de la sociedad que son las y los trabajadores”.
lem.