La comunicadora Mónica Garza, junto con legisladores y aliados de la comunidad LGBT+ presentaron un decreto para prohibir las terapias de conversión, llamadas ECOSIG o Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género.
Durante su intervención en la presentación del decreto de ley #NadaQuePerder, Mónica Garza se dirigió a los legisladores del PAN y les pidió votar para prohibir las ECOSIG.
No votar por prohibir los ECOSIG sería un acto de enorme hipocresía y doble discurso, pues en los hechos constituye un acto de discriminación, prejuzgando la dignidad de la persona por su preferencia sexualMónica Garza, comunicadora
La comunicadora señaló lo anterior al recordar el eje doctrinario del humanismo político del PAN, el cual establece en el Artículo 1, de acuerdo con lo citado por Mónica Garza, el "respeto irrestricto a la eminente dignidiad de la persona humana por el simple hecho de serlo, así como el respeto a sus derechos fundamentales y la garantía de los derehcos y condiciones sociales requeridos por esa dignidiad".
Esto luego de que la bancada del partido blanquiazul, dijo, "intentó que se modifcara un dictamen, ya que consideran un abuso querer prohibir a los adultos el querer tomar la terapia que quieran, aunque esto fue rechazado".
ECOSIG, una dolorosa deuda de México: Mónica Garza
La periodista narró su experiencia al tener una reunión en 2018 con cinco jóvenes, quienes estaban por fundar la organizaicón Jack Transformando la Vida A.C., la cual busca "defender a los jóvenes de la diversidad".
Indicó que los cinco jóvenes narraron sus experencias como víctimas de ecocidio por ser sometidos a las ECOSIG cuando eran menores de edad.
Fueron sometidos a tormentos psicológicos, aislamiento social, medicación involuntaria, maltrato físico con el motivo de modificar o anular su preferencia sexual.Mónica Garza, comunicadora
Se refirió al caso de Paola, una joven que fue víctima de una violación correctiva como parte de la llamada terapia de converisón.
Y así como Paola, en México miles de jóvenes transitan su vida con su estigma de su "pecado", señalados por su preferencia sexual no sólo por una sociedad conservadora e ignorante, sino sometidos a la discriminación en su propia casa, desde su propia familia y luego sentenciados a este tipo de tortura que es imperdonableMónica Garza, comunicadora
Agregó que no existen estadísticas o registros de denuncias sobre estos casos. "Quienes son víctimas de las terapias de conversión, ante la verguenza de lo vivido, deciden no denunciar porque sus victimarios (suelen ser) sus propios padres", enfatizó.
RFH