Llama a no permitir su destrucción

Woldenberg, contra INE que se alinee a gobierno

Primer presidente del entonces IFE fue el único orador; exhorta a grupos parlamentarios a defender conquistas democráticas; les pide rechazar autoridad electoral a modo

José Woldenberg (centro), ayer en la Plaza de la República.
José Woldenberg (centro), ayer en la Plaza de la República. Foto: Cuartoscuro

México no merece una Reforma Electoral impulsada por una sola voluntad, manifestó el primer consejero presidente del antiguo Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, al concluir la manifestación que se realizó ayer en contra de la iniciativa impulsada por el Presidente de la República y que busca modificar la estructura del INE.

“México no merece una reforma constitucional en materia electoral impulsada por una sola voluntad, por más relevante que sea. Hay importantes lecciones en el pasado: las reformas que fueron fruto de voluntades colectivas forjadas con los métodos probados y comprobados del diálogo y el acuerdo”, exclamó ayer.

Frente a los miles de asistentes que llegaron hasta la Plaza de la República, el académico afirmó que la composición del actual Instituto Nacional Electoral (INE) es el “edificio culminante” del “trabajo de millones de varias generaciones de mexicanas y mexicanos”.

Insistió en que el actual sistema electoral ha permitido la convivencia y competencia de la pluralidad, así como la estabilidad política, al sostener, dijo, la transmisión “pacífica” de los poderes públicos y la ampliación de las libertades.

“Todo eso constituye un patrimonio común y por ello estamos aquí, ciudadanos de muy diferentes orientaciones políticas y extracciones sociales, militantes de partidos, integrantes de organizaciones sociales y personas sin filiación política que deseamos que México sea la casa que nos cobije a todos”, señaló.

Todo eso constituye un patrimonio común y por ello estamos aquí, ciudadanos de diferentes orientaciones políticas, militantes de partidos, organizaciones sociales y personas sin filiación política 
José Woldenberg <br>Primer consejero presidente del IFE

En su discurso, refirió que hubo capacidad para constituir una democracia “gremial” con la que se dejó atrás al país de un solo partido y lo que llamó un presidencialismo opresivo, elecciones sin competencia ni opciones auténticas y de poderes constitucionales que “funcionaban como apéndices” del Presidente.

Bajo esta línea, sostuvo que en la actualidad se han abierto paso la libre expresión y diversidad política, así como comicios “libres y creíbles”, que resultaron de movilizaciones, luchas, denuncias y acuerdos para crear las normas actualmente vigentes.

Entre 1977 y 2014 ocurrieron ocho reformas al sistema electoral que derivaron en que la ciudadanía se “acostumbrara” a la diversidad y a las alternancias en el Poder Ejecutivo, dijo.

Al señalar que las minorías de ayer son las mayorías de hoy, Woldenberg Karakowsky mencionó que no se ha llegado a “una estación final” ni a “un paraíso”, pero que a pesar de ello se ha alcanzado un momento que permite el asentamiento de la pluralidad y competencia.

Tras defender la historia democrática y política del país, afirmó que el “problema mayúsculo” es que ahora “buena parte de lo edificado se quiere destruir desde el gobierno”.

“México no puede volver a una institución electoral alineada con el gobierno, incapaz de garantizar la necesaria imparcialidad en todo el proceso electoral. Nuestro país no merece regresar al pasado porque lo construido permite elecciones auténticas, piedra angular de todo sistema democrático”, dijo Woldenberg.

En ese sentido, sostuvo que tampoco se puede atentar contra los conocimientos que se han adquirido y las destrezas profesionales de quienes ejercen cargos electorales.

Asimismo, refirió que la capacidad del INE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es tal, que uno solo no podría realizar con eficiencia “lo que hoy encuentra cauce y solución en 32 entidades”.

Detalló que, desde la última reforma del 2014, se han disputado 55 mil 336 cargos de elección popular, entre las que destacó 55 gubernaturas y 93 legislaturas, por lo que cuestionó que, si “con tales números es deseable y posible concentrar, centralizar y administrar ese universo político en una sola institución”.

Además, advirtió que, de realizarse algunas de las modificaciones propuestas sin consenso alguno entre las fuerzas políticas del país, “México viviría conflictos innecesarios, interminables y costosos”.

“México no puede ni debe trasladar el padrón electoral a otra institución porque el INE ha cumplido con creces en la elaboración de un listado confiable, cuyas credenciales se han convertido de facto en cédulas de identidad ciudadana”, agregó.

Por estos motivos, José Woldenberg lanzó un llamado a los diversos grupos parlamentarios en el Congreso a que “defiendan lo edificado” y no conduzcan al país a una etapa de “autoritarismo que se auxilia de autoridades electorales a modo”.

“¡No a la destrucción del INE! ¡No a la destrucción de los institutos locales! ¡No a la destrucción de los tribunales locales! ¡No a la pretensión de alinear a los órganos electorales a la voluntad del gobierno!”, exclamó.