Organizaciones civiles nacionales, internacionales y de la Península de Yucatán colocaron en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México una placa que advierte los impactos que el megaproyecto del Tren Maya que está causando.
La placa señala: “Aquí dejamos constancia de que en nombre del desarrollo y el progreso se construyó el Tren Maya desalojando personas, extinguiendo especies, devastando la selva y amenazando ecosistemas. Solo ustedes, en el futuro, podrán decir si valió la pena…”.
Los organizadores refirieron que la obra fue impuesta mediante procesos irregulares, como la supuesta consulta indígena que se realizó y que no contó con los estándares que la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).
Además, carecía de estudios de impacto ambiental que detallaran los impactos negativos y positivos del proyecto, los cuales eran indispensables para pedir el consentimiento de los pueblos originarios.
Las organizaciones detallaron que hasta ahora no se ha realizado un estudio íntegro de impactos acumulativos y sinérgicos en el medio ambiente, sociedad y economía, sino que se han hecho evaluaciones fragmentadas en “tramos”.
Asimismo, el proyecto ha tenido un sinfín de modificaciones que no se conocen con claridad, también ha destruido viviendas de cientos de familias en Campeche y Yucatán y destruido hectáreas de selvas de la región, entre otras afectaciones.
RFH
