Activo en los 80

Félix Gallardo: ¿Quién es el narcotraficante “Jefe de Jefes” que lucha por su prisión domiciliaria?

De nuevo, se interrumpió el traslado a domicilio del exlíder y fundador del Cártel de Guadalajara, un personaje a quien se reconoce por abrir la puerta al desarrollo del mapa contemporáneo del narcotráfico en México

Miguel Ángel Félix Gallardo fue el líder del narcotráfico en los 80.
Miguel Ángel Félix Gallardo fue el líder del narcotráfico en los 80.

Una vez más, a causa de un problema en la entrega de un brazalete rastreador, se suspendió el inicio de la prisión domiciliaria que le fue otorgada a Miguel Ángel Félix Gallardo, fundador y exlíder del Cártel de Guadalajara.

El traslado para el también conocido como “El Jefe de Jefes” abrió el debate entre analistas sobre las concesiones de las autoridades a un personaje que, debido a su historia y las conexiones que ejercitó, abrió las puertas al desarrollo del mapa actual del narcotráfico en México.

La presente discusión sobre el destino de la prisión de Félix Gallardo permite hacer un repaso sobre su vida y la huella que dejó en el negocio de las drogas en México.

¿Quién es Félix Gallardo, el “Jefe de Jefes”?

Recuperado en la ficción como protagonista de “Narcos: México”, serie de Netflix, y presuntamente el motivo de la canción “El Jefe de Jefes” de Los Tigres del Norte, Miguel Ángel Félix Gallardo recibió este mote por haber impulsado nuevas rutas para el narcotráfico entre México, Colombia y Estados Unidos, así como por haber tenido bajo su mando a futuros capos de tráfico ilegal de drogas.

Félix Gallardo nació en Bellavista, en Culiacán, capital de Sinaloa, en 1946, donde pasó una infancia humilde, de acuerdo con sus declaraciones en entrevistas.

Durante su juventud, intentó estudiar la carrera de Comercio. Sin embargo, al poco tiempo, a sus 17 años de edad, se integró a la policía judicial de Sinaloa, donde empezó con el puesto de “madrina” (informante y colaborador) hasta llegar a ser escolta de seguridad del entonces gobernador de la entidad, Leopoldo Sánchez Celis, con quien también estrechó una relación personal y a quien se señaló de ser su protector.

Fue en su época trabajando para la policía que comenzó a desarrollar los contactos que habría de mantener durante su posterior labor en el Cártel de Guadalajara, no solo dentro de su cuerpo de seguridad, sino también con otros traficantes.

Así, cerca de los años 70, se había vuelto cercano al círculo del capo sinaloense Pedro Avilés Pérez, a través del cual conoció a otros personajes como Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”, quien, posteriormente, sería su compañero en el Cártel de Guadalajara junto a Rafael Caro Quintero.

El Cártel de Guadalajara nació después de que una operación antidrogas a gran escala en el norte del país, conocida como “Cóndor”, obligara a varios traficantes de la zona a reubicarse, para lo cual escogieron el estado de Jalisco. Entre ellos, Gallardo, “Don Neto” y Quintero, aprovecharon el lugar para apropiarse de las rutas de tráfico de drogas abiertas anteriormente por Pedro Avilés, quien falleció en 1978.

De esta forma, el Cártel de Guadalajara comenzó con contrabando de marihuana y opio en los Estados Unidos, pero, con el tiempo, también se convirtió en el primero en abrir una ruta a través de México para traficar cocaína desde Colombia al país del norte, lo cual logró a partir de acuerdos con el excapo hondureño Juan Matta Ballesteros.

Sin embargo, el amplio crecimiento del Cártel de Guadalajara se vio interrumpido por uno de los episodios más críticos de su historia, cuando, en 1985, sus integrantes fueron acusados por el asesinato de Enrique “Kiki” Camarena, agente de la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, quien había estado como infiltrado dentro de la organización criminal.

Después de la presión iniciada por el Gobierno de Estados Unidos para que México hiciera justicia por este caso, fueron capturados por este crimen “Don Neto” y Rafael Caro Quintero, en 1985. El primero, obtuvo su libertad total en 2017, mientras que el segundo fue liberado en 2015, para ser recapturado apenas en 2022.

Por otro lado, Félix Gallardo, acusado como autor intelectual de este asesinato, mantuvo un perfil bajo por los años siguientes, hasta su captura por el mismo motivo en 1989. En ese lapso, trascendió que, frente a su inminente caída, aprovechó para repartir las rutas y los territorios del narcotráfico de su Cártel entre algunos de sus contactos.

Así, se formaron el Cártel de Tijuana por la entrega de la ruta de esta entidad a los hermanos Arellano Félix —sus sobrinos—; el de Juárez, por la de Ciudad Juárez a la familia Carrillo Fuentes; el del Golfo, por la del corredor de Matamoros, Tamaulipas, a Juan García Ábrego; y el de Sinaloa por las de la Costa del Pacífico de México a Ismael Zambada García y Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”.

Aunque Félix Gallardo fue detenido en 1985, fue hasta 2017 cuando se le imputó una condena de 37 años de prisión por el homicidio de “Kiki” Camarena, la cual se sumó a otra de 40 años por exportar cocaína y por acopio de armas. Sin embargo, el capo aun desmiente haber sido el autor intelectual de aquel hecho, y defiende que la condena es “una eternidad para un hombre que no cometió ningún delito”.

En septiembre de 2022, un juez de distrito le concedió la prisión domiciliaria atendiendo su estado de salud, pues no solo se encuentra postrado en silla de ruedas, sino también ciego de un ojo y sordo de un oído. Hasta el momento, no se ha logrado el traslado.

AM

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