Reporta la policía 3 mil asistentes a marcha del 25N

Manifestantes exigen un alto a la violencia de género

Mujeres demandan seguridad en la calle, escuelas y hogares así como frenar al feminicidio; pese al reporte de 18 lesionadas, autoridades califican de pacífica la movilización

Miles de mujeres se manifestaron, ayer, en la CDMX. Foto: Eduardo Cabrera, La Razón

“Nos matan, nos violan, acosan, golpean, nos desaparecen ¿y quieren que nos quedemos en nuestra casa sin decir nada? Éso ya no sucede señores”, dijo Estefanía, una de las centenares de mujeres que este 25 de noviembre salió a marchar en la Ciudad de México con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Cómo cada año, pero con una respuesta notablemente menor a las convocatorias de otras ocasiones, madres, abuelas, hijas, hermanas y esposas se concentraron en diversos puntos de la capital para reunirse sobre Paseo de la Reforma y caminar con el mismo objetivo: llegar frente a Palacio Nacional para gritar que la violencia sigue sacudiendo sus vidas cada día, a pesar de las promesas gubernamentales de que esto quedaría en el pasado.

Desde las primeras horas, algunas colectivas se organizaron para arribar a la plancha del Zócalo, sobre cuyo piso fueron dibujadas siluetas de niñas y mujeres en representación de las 11 a las que diariamente se les arrebata la vida en el país.

Rumbo a las 14:00 horas, diversas organizaciones se concentraron en los puntos de las citas, como el Monumento a la Revolución y a lo largo de Reforma.

De la mano de su pequeña hija, Gabriela se sumó a la movilización para exigir que la Ley Vicaria sea una realidad en todo el país, y que cada vez menos madres sean amenazadas y violentadas por sus parejas utilizando a sus hijas e hijos como medio. Cómo tantas, una joven sobreviviente al maltrato físico de su expareja dijo a quienes con ella hicieron una pausa antes de llegar al Zócalo: “No están solas, más miedo da que nos encuentren cuando ya no se puede hacer nada. Salgan de ahí y pidan ayuda, nada puede ser más fuerte que la voluntad de querer seguir vivas”.

No están solas, más miedo da que nos encuentren cuando ya no se puede hacer nada. Salgan de ahí y pidan ayuda, nada puede ser más fuerte que la voluntad de querer seguir vivas
Manifestante, Testimonio anónimo

Algunas portaban pancartas hechas en cartulina; otras, improvisaron sobre cartones y hubo quien hasta usó los carteles que anuncian la marcha del Presidente de la República para este 27 de noviembre.

Justicia y seguridad en las escuelas, en las calles, en los hogares; cero asesinatos, violaciones, desapariciones forzadas, poder salir sin temor, fueron los reclamos protagonista de quienes recorrieron los cerca de cinco kilómetros.

“¡Qué no! ¡Ya te dije que no! ¡Pend…, no! Yo soy mía, tengo autonomía”, gritaban mujeres de todas las edades.

Entre los contingentes avanzó el denominado “Bloque negro”, vestidas en tonos oscuros y con pasamontañas, pañuelos o playeras que cubrieran su rostro, realizaron pintas sobre las vallas que protegían negocios y edificios de gobierno del Centro Histórico.

Los altercados mayores ocurrieron frente al Hemiciclo a Juárez, dónde la doble fila que realizaron mujeres policías pronto se deshizo cuando fueron rociadas con pintura blanca y sus escudos fueron pintados por las manifestantes vestidas de negro.

Un segundo momento de tensión se dio a escasas dos calles del Zócalo, dónde una confusión por creer que las Ateneas habían encapsulado a una manifestante generó empujones, gritos, insultos y algunas caídas, así como constantes insultos a las funcionarias de seguridad.

Al llegar, un templete con un par de bocinas frente a la puerta del Palacio y el plantón que mantienen miembros de la CETEG, recibió a las manifestantes, quienes subieron para demandar una estrategia que sí proteja sus derechos.

Hijas sin localizar, asesinos y violadores en libertad; víctimas de violencia física, psicológica, económica; detenciones arbitrarias, entre otros testimonios fueron escuchados.

Unas llegaron a beber un poco de agua y descansar de la caminata; el bloque negro incendió cascos de policías y lanzó artefactos explosivos contra la Catedral, que generaron incendios que se consumaban en poco tiempo.

Hacia las 20:00 horas, autoridades de la Ciudad de México reportaron un saldo de 18 personas lesionadas. De éstas, 11 fueron civiles y siete, policías.

Asimismo, retiraron objetos como martillos, botellas de vidrio y gasolina; no obstante, la movilización fue calificada como “pacífica y sin contratiempos”.

En lo alto de la fachada de Palacio Nacional, elementos militares sólo observaban y caminaban de un lado a otro. Abajo, policías formaron un bloque.

“¡Las niñas no se tocan! ¡Si tocan a una tocan a todas! ¡Ni una más!”, continuó escuchándose hacia el final de la movilización.