Ayer, la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, amaneció sin gente en las calles, con clases suspendidas e incluso sin transporte público debido a que desde las primeras horas de la madrugada se reportaron bloqueos en avenidas y balaceras.
La alcaldesa Carmen Lilia Cantú Fosas informó desde muy temprana hora a través de sus redes sociales que las clases quedaban suspendidas para evitar poner en riesgo a los alumnos y padres de familia.
Cuando las cosas se empezaron a tranquilizar las escuelas fueron abiertas, pero permanecieron vacías, debido a que los padres decidieron no mandar a sus hijos.
Ante la violencia, el Consulado de Estados Unidos suspendió servicios y dijo que las citas para tramitar visas serán reagendadas, mientras que la Fiscalía de Justicia del estado inició una carpeta de investigación.
En redes sociales, habitantes del lugar compartieron fotos y videos y dijeron sentir terror ante los disparos de arma de fuego que se escucharon durante la madrugada.
Medios locales reportaron que la violencia se desató por la detención de Heriberto Rodríguez Hernández, alias El Negrolo, presunto operador del Cártel del Noreste y líder de sicarios de un grupo conocido como “La Tropa del Infierno”.
Por la mañana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que la balacera fue por la detención de un líder criminal, pero no dijo de quién se trata.
“Se detuvo a una persona, que era jefe de un grupo de la delincuencia, y hubo reacciones, pero ya se llevó a cabo esa detención y hay elementos para demostrar que él fue responsable de otros hechos violentos en esa zona, y ya fue llevado a la Ciudad de México”, dijo.
AM