La extensión del Título 42 y las medidas de contención por parte del gobierno de Texas mantienen en vilo a miles de migrantes que se encuentran en la zona fronteriza de Tijuana, Baja California, y Piedras Negras, Coahuila, debido a que esperan una oportunidad para pasar y pedir asilo.
Los que tienen mayor suerte y que se cuentan por cientos, han podido esperar en un albergue, los cuales se encuentran al tope de su capacidad desde hace varias semanas, pero quienes no tienen dónde dormir, lo hacen en la calle, a la intemperie, en casas de campaña improvisadas y soportando las temperaturas congelantes del norte del país.
En entrevista con La Razón, Esmeralda Siu, vocera de la Coalición Pro Defensa del Migrante en Baja California, señaló que en Tijuana siguen llegando las personas, pero hay incertidumbre de cuánto tiempo pueda durar la extensión del Título 42 y por ello los migrantes buscan moverse de fronteras para ver cuál paso es el más adecuado para llegar.
“Acá los migrantes nos dicen que se están esperando a ver qué pasa en las siguientes semanas, pero muchos se quieren mover a una frontera por donde puedan pasar, ya que muchos llevan muchos días en espera. Con la extensión (del Título 42), como que se paró el movimiento de personas que ya se estaban acercando a las fronteras y están como en incertidumbre”, explicó.
La especialista dijo que los albergues están a su capacidad total, aunque sostuvo que “de repente” se pararon los flujos y, aunque sí hay llegada, no es la esperada.
“Muchos de ellos no quieren ya esperar y aprovechan la oportunidad de regresar a sus países. Hay de dos temas: los que ya están desesperados y los que van a esperar más tiempo, sólo que quieren un aviso para poder retomar el camino. No saben si es conveniente moverse ahorita, por la contención de la Patrulla Fronteriza”, indicó.
Contrario a lo que ocurre en Tijuana, a Piedras Negras siguen llegando cientos de personas diariamente a buscar una oportunidad para pasar a EU, soportando hambre, frío y la falta de un lugar para dormir.
“Aquí siguen llegando muchos, lo vemos diario; muchos de ellos hasta se avientan al río para que los detengan, pero sólo vemos que los buscan y recogen y ya no sabemos qué más pasa”, relató Isabel Turcios, responsable del albergue Casa Frontera Digna.
La activista dijo a este diario que el frío “está horrible”, ya que está congelante, lo que ve complicado para los migrantes que se quedan en la calle o en casas abandonadas, porque los albergues están saturados y ya no cabe ni una sola persona.
La coordinadora de la iniciativa Agenda Migrante, Eunice Rendón, aseguró que en Texas fueron desplegados, a lo largo del Río Bravo, aproximadamente 400 efectivos de la Guardia Nacional estadounidense, intimidando a migrantes que se ubican en Ciudad Juárez, Chihuahua, un día después de que se anunciara que se mantiene de momento la política del Título 42.