Dan a familia de Castillo residencia expedita aquí

México y Perú descartan ruptura, pero se lanzan nuevos reproches

AMLO señala que mantendrán embajada para proteger a connacionales; culpa de crisis en aquel país a ambiciones personales en gobierno y la clase política; Boluarte asciende a ministro de Defensa, Alberto Otárola, a primer ministro; éste advierte que no van a permitir la “incesante intromisión” de López Obrador; Llegan al país esposa e hijos del depuesto presidente; les entregan tarjetas de residente permanente; oposición critica política injerencista

México no rompe con Perú, aunque AMLO arremete contra gobierno. Foto: Especial

México no romperá relaciones con Perú ni llamará a cuentas a su embajador, aunque el Presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a referirse al gobierno de ese país como “muy cuestionado al optar por la represión”, y con el nombramiento de Dina Boluarte como presidenta a través de una “maniobra truculenta” que consideró una “imposición” del Congreso peruano.

A pesar de la expulsión del embajador mexicano, Pablo Monroy, por parte del gobierno del país sudamericano, al que López Obrador responsabilizó de la crisis que vive, las relaciones diplomáticas se mantendrán.

“Lamentar la decisión que tomó el gobierno de Perú, un gobierno muy cuestionado en su conjunto por su proceder, sobre todo por optar por la represión y no buscar una solución al conflicto de Perú, una salida mediante el diálogo y con métodos democráticos de convocar a elecciones lo más pronto posible, para evitar que haya una situación de inestabilidad política”, señaló el mandatario.

Dijo que su administración tiene muy claro que una cosa es el “pueblo hermano” de Perú, con el que se mantiene una relación de amistad, y otra es el gobierno y la clase política, “que son los que han mantenido esta crisis en ese país, por sus ambiciones personales, por sus intereses económicos”.

“Comprendemos que esta situación los ha llevado a tomar medidas arbitrarias, como la de declarar persona non grata a nuestro embajador en Perú, que hemos estado pendientes, y la Secretaría de Relaciones Exteriores le ha pedido que regrese pronto, y está ya por llegar a México, porque lo que más nos importa es cuidar su integridad y la de su familia”, destacó.

López Obrador advirtió que México no romperá relaciones, con el propósito de “dar protección a los mexicanos que radican, que trabajan, que viven en Perú. Entonces, la embajada continúa en su función, ya está nombrado un encargado de la embajada y seguimos pendientes de los acontecimientos en el Perú”.

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Aseguró que no hay pruebas de que el depuesto presidente Pedro Castillo haya cometido algún delito y señaló que el nombramiento de Dina Boluarte como presidenta es una imposición del Congreso peruano.

También reprochó una vez más al gobierno de Estados Unidos por haber avalado, dijo, la “maniobra truculenta” para destituir a Castillo.

“Yo la verdad lamento mucho que el gobierno de Estados Unidos, que siempre habla de democracia, en este caso, en vez de pedir que se respete la voluntad del pueblo, que se respete al presidente electo de manera democrática, lo que hacen es avalar toda la maniobra truculenta para destituir al presidente”, manifestó.

Acusó al gobierno peruano de tener un doble discurso, porque no reaccionó con la misma energía ante la conducta de los representantes de Estados Unidos, como la embajadora, quien intervino de manera directa al acudir al palacio “a ver a la presidenta que nombró el Congreso”.

El Presidente López Obrador advirtió que emitió su opinión sobre la situación que privaba en torno al mandatario Pedro Castillo, en la conferencia mañanera, pero también ejercerá la facultad de asilo político.

“Y nosotros sólo damos a conocer en esta mañanera nuestra postura y vamos a defender siempre el derecho de asilo, es parte de nuestra política exterior”, señaló el jefe del Ejecutivo federal, ante los reclamos peruanos.

En ese sentido, defendió la labor realizada por el embajador mexicano Pablo Monroy, quien, dijo, actuó de manera correcta al proteger a la familia del depuesto presidente.

“Los subsecretarios de Relaciones Exteriores van a recibir a nuestro embajador, que hizo un trabajo extraordinario de protección a mexicanos en Perú y también haciendo valer el derecho de asilo. Esto es lo que molestó a las autoridades del Perú”, destacó el mandatario.

Insistió en que su administración no reconocerá al gobierno de Dina Boluarte, porque no corresponde a la tradicional política exterior de México decidir si un gobierno es o no legítimo.

“Y esgrimen el que nosotros no reconocimos a la presidenta, porque en política exterior nosotros no podemos reconocer a ninguna autoridad extranjera; eso son asuntos que corresponden a los pueblos. Los llamados reconocimientos de los gobiernos extranjeros hacia otros gobiernos, surgidos legal, legítimamente o mediante usurpaciones, no es en la diplomacia mexicana algo usual, porque nosotros hemos padecido de que tenía que reconocernos Estados Unidos, los Tratados de Bucareli fueron por eso; si no había un reconocimiento, no se tenía legalidad en un gobierno”, advirtió López Obrador.

Perú pide a México cesar la intromisión

Perú exhortó al Gobierno de México a detener la insistente intromisión a dos semanas de la aprehensión del presidente depuesto Pedro Castillo, hecho que ya provocó la expulsión de su embajador Pablo Monroy Conesa.

“Hacemos un llamado para que el señor (Andrés Manuel) López (Obrador) pare de referirse a Perú”, instó el primer ministro andino, Alberto Otárola, a unas horas de rendir protesta como nuevo líder del gabinete de Dina Boluarte, al ser ascendido del Ministerio de Defensa al Consejo de Ministros para sustituir al exfiscal sacrificado Pedro Angulo y así calmar la violencia.

Y aunque el funcionario aseveró, igual que AMLO, que no hay motivo para romper relaciones, sentenció que no dejarán que personas ajenas a la situación nacional interfieran en una crisis que, explicó, se ha ido aminorando, luego de que esta mañana el mandatario cuestionara nuevamente la detención y situación jurídica del exlíder izquierdista.

Por lo que, Otárola lanzó al supuesto aliado: “No vamos a permitir que personas que no tienen ninguna relación con el Gobierno de Perú puedan manifestarse causando incesante intromisión en asuntos internos”, en referencia a la crisis entre protestas, bloqueos carreteros y toma de aeropuertos, mismos que van a la baja y por lo que intentan reforzar la reactivación económica para dar la vuelta a esta administración.

Agregó que confía en que este diferendo mengüe, pero pone de nuevo la mira en la relación entre ambos gobiernos, al rechazar una supuesta persecución política contra la familia del expresidente acusado de rebelión y conspiración y demandó a su socio latinoamericano respetar el derecho internacional.

Hecho por el que indicó que la Cancillería peruana toma cartas en el asunto, pues un país con el que tienen vínculos históricos no debería tener una postura tan contraria y de injerencia. Diferendo que ocurre luego de que la esposa de Castillo y sus dos hijos llegaran a la Ciudad de México en calidad de asilados, a unos días de que la canciller Ana Gervasi citó a cuentas a su enviado en México para evaluar esta situación.

Además, el ajuste de Otárola en el gabinete no fue el único, pues al saber que tiene frente a sí un gobierno de 16 meses —periodo similar al que duró Castillo Terrones en el poder tras su captura—, pues las próximas elecciones serán hasta abril del 2024, según el Congreso andino, Boluarte movió sus fichas a dos semanas de asumir el cargo, mientras en el país ya suman 28 muertos, según reportes de legisladores, aunque la Defensoría del Pueblo sólo contabiliza 21.

En este nuevo esquema —que recuerda a los constantes cambios de Castillo Terrones y señalamientos por falta de capacidad— queda como encargado de las Fuerzas Armadas Jorge Luis Chávez Cresta para mantener la tranquilidad luego de intensas movilizaciones con lo que apunta a reforzar la estrategia de seguridad. Además el general del Ejército andino tiene experiencia en el cargo, pues ya lideró al sector en el gobierno de Martín Vizcarra, y cuenta con estudios en materia de seguridad y políticas de defensa.

Asimismo, la sucesora de Castillo sumó a nuevos titulares en el Interior, Educación y Cultura, con el expolicía Víctor Rojas Herrera, Oscar Becerra y Leslie Urteaga, respectivamente.

Y cuando intentan darle la vuelta de las movilizaciones y la crisis nacional, la Fiscalía confirmó que abrió una investigación contra dos generales relacionados con las muertes registradas en Ayacucho, por las protestas que iniciaron el pasado 7 de diciembre.

El diario La República reveló que los mandos Antero Mejía y Jesús Vera se encuentran en el radar de las autoridades como presuntos responsables de la represión contra manifestantes y por la que algunas víctimas fallecieron tras recibir impactos de bala; de acuerdo con la evidencia recuperada por autoridades los efectivos bajo el mando de estos generales implicados accionaron sus fusiles de largo alcance para dispersar a quienes exigen la liberación de Pedro Castillo.

Brinca familia trámite de 5 años

El comisionado Nacional de Migración, Francisco Garduño, entregó este miércoles documentos migratorios a la esposa y dos hijos del presidente depuesto de Perú, Pedro Castillo Terrones, luego de que arribaron a la Ciudad de México.

Se trata de Tarjetas de Residente Permanente que no necesitan actualización, además, con ello los familiares del exmandatario pueden residir en el país.

De acuerdo a cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob) de enero a noviembre de 2022 se registraron 62 mil 622 Tarjetas de Residente Permanente, siendo el estado de Chiapas el que más solicita.

El trámite inicia con una Tarjeta de Residencia Temporal para todas aquellas personas que quieran quedarse a vivir en México, sin embargo, para terminar con el proceso hasta llegar a la Tarjeta de Residente Permanente se puede tardar hasta cinco años, ya que las autoridades hacen la renovación en un primer momento, y de acuerdo a su condición laboral, comportamiento y otras características.

En tanto, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, aseguró que el derecho de asilo, refugio y protección complementaria es un principio rector de la política exterior de México.

En sus redes explicó que, en los últimos cuatro años, 508 ciudadanas y ciudadanos peruanos han solicitado refugio en México, de los cuales 63 por ciento hasta noviembre de este año. “El artículo 11 de la Constitución Mexicana establece el derecho de toda persona a solicitar y recibir asilo, de conformidad con la Ley y los tratados internacionales”, aseveró.

Oposición critica la política exterior “injerencista” de 4T

Los partidos de oposición denunciaron una política “injerencista” del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual comenzó a tener consecuencias, dijeron, luego de la expulsión del embajador mexicano en Perú, Pablo Monroy.

El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, recordó y reclamó las declaraciones del Ejecutivo federal, que señalan que la mejor política exterior es la interior.

“Perú expulsó al embajador de México y le dieron pocas horas para salir del país. Qué bueno que Andrés Manuel López Obrador es experto en diplomacia, porque su injerencia ya está teniendo consecuencias. ¿Dónde quedó su trillada frase de que la mejor política exterior es la interior?”, manifestó.

El martes, el gobierno de Perú concedió 72 horas al embajador Pablo Monroy para dejar el país sudamericano, debido a que las autoridades de esa nación consideraron que se entrometió en la política interna, al gestionar el asilo a la familia del depuesto presidente Pedro Castillo.

Ante esta situación, senadores de oposición reprocharon al Gobierno de López Obrador por el “daño” que le ha causado a la diplomacia mexicana, al generar conflictos con tantos países, como ahora sucedió con Perú.

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El integrante del Grupo Plural, Emilio Álvarez Icaza, apuntó que la administración federal se ha dedicado a afectar las relaciones de México con otras naciones e incluso con organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Apuntó que así como ahora México entró en conflicto con Perú, al grado de que fue expulsado el embajador Monroy, antes también provocó confrontaciones con España, Ucrania, Panamá y hasta con sus aliados del T-MEC, Estados Unidos y Canadá.

En el mismo sentido se expresó el coordinador del PAN, Julen Rementería, quien dijo que la expulsión del embajador mexicano en Perú obedece a la “política injerencista” del mandatario.

“Se confirma la ruptura de las relaciones diplomáticas (sic) entre México y Perú, y esto es consecuencia de las acciones de un gobierno injerencista, incompetente y con una alta carga ideológica de López Obrador”, indicó.

El PRI en la Cámara alta lamentó que mientras durante años México se distinguió por su trabajo diplomático, este Gobierno se haya dedicado a “echar por la borda” la política internacional.

El senador priista Manuel Añorve señaló la responsabilidad del Gobierno de López Obrador en la expulsión del diplomático, y dijo que es una consecuencia del mal encauzamiento que se le ha dado a la política exterior.

Para el presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Santiago Creel, como resultado de una política de relaciones internacionales “errática”, el país ha comenzado a aislarse del mundo y no ha conseguido ocupar cargos relevantes.

En conferencia de prensa, calificó como “lamentable” la política “de intervención directa” que el país ha llevado y que “no habíamos visto en otras circunstancias”, pues consideró que con esto se afecta las relaciones que durante varios años sostuvo México con Perú.

“Hay que recordar que no es la ideología lo que demanda regir las relaciones exteriores del país, no es el interés de un presidente, son los intereses de todas y todos los mexicanos”, dijo.

Al referirse al tema, Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, indicó que la declaración del embajador mexicano como persona non grata por parte de las autoridades peruanas, revela “qué tipo de gobierno es”.

“Porque es muy conocida la política exterior mexicana de tender la mano a nuestros países hermanos; hay una larga tradición de que México ofrece asilo político, como lo ha hecho ahora con la familia del expresidente Pedro Castillo y, como lo dijo el secretario de Relaciones Exteriores, no hay ninguna razón, no hay causa justificada para declararlo persona non grata.

“Qué bueno que, de manera respetuosa, pero firme, el Presidente se pronuncie en favor de que se respeten las democracias, los gobiernos democráticos, y que se mantenga esta tradición que tiene muchos años en nuestro país”, subrayó.

Expertos no ven en Perú intervención de México

Especialistas en política internacional consultados por La Razón consideraron que el Gobierno de México no incurrió en ningún tipo de injerencia con Perú, sino que sólo ha vertido su opinión, como cualquier otra nación.

“Considero que es un momento delicado en las relaciones entre México y Perú, pero creo que el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador se ha apegado a la política de asilo para los perseguidos políticos, ya que considera que hay una campaña deshonesta en contra del presidente peruano, por lo que aprovecharon otros políticos para verse beneficiados”, explicó Víctor Hugo Lozada, investigador del Colegio de Estudios Latinoamericanos de la UNAM.

Señaló que el Gobierno no ha sido injerencista, ya que sólo opina y toma la perspectiva de un presidente encarcelado, donde hay un sistema político atrofiado y donde todos los mandatarios son rehenes del entramado institucional que da facultades extraordinarias al Poder Legislativo.

Señaló que en Perú se debe convocar a un constituyente en donde haya separación de poderes y donde el Ejecutivo no esté a los intereses facciosos de un parlamento.

Adalberto Santana, internacionalista de la UNAM, dijo que el gobierno de Perú es ilegítimo, por la forma en cómo llegó al poder, y lo que pasa en la actualidad no es un conflicto en contra de México directamente, pues la actual presidenta Dina Boluarte ha tenido problemas con otros países, como Colombia o Chile.

“Es un conflicto que tiene Perú con diversos gobiernos latinoamericanos, agudizado por México por la expulsión del embajador y la llegada de la familia del presidente Castillo a la Ciudad de México como forma de asilo político”, sostuvo.

Señaló que México no interfiere en asuntos internos, ya que sólo es una opinión política; sin embargo, ya fue escalado en conflicto político, por lo que no hay nada que reclamar a las autoridades mexicanas.

“México siempre ha generado opinión sobre la situación de otros países de manera histórica. Es una reacción del gobierno de facto de Perú por los pronunciamientos en su contra; como no le gusta, expulsó al embajador mexicano”, detalló.