De enero a noviembre del 2022 aumentaron 14 delitos relacionados con la violencia en contra de las mujeres, destacando las lesiones, corrupción de menores y la trata de personas, que ha sido una constante a lo largo del año.
De acuerdo con el reporte Información sobre violencia contra las mujeres que emite el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SSPC), en 11 meses de este año, en comparación con igual periodo de 2021, subieron 24 por ciento las lesiones culposas y la corrupción de menores, mientras la trata de personas aumentó 23 por ciento.
Respecto al homicidio, el culposo aumentó 18 por ciento y el doloso dos, mientras que las lesiones culposas lo hicieron en ocho por ciento, aunque el feminicidio disiminuyó seis por ciento. La extorsión subió 12 por ciento, mientras que la violencia familiar se incrementó siete por ciento y la violación, 11 por ciento.
Las llamadas de violencia contra las mujeres aumentaron 17 por ciento. De ese total, las relacionadas con hostigamiento repuntaron 20 por ciento, las de abuso, 14, y aunque fue mínimo el aumento de las llamadas por violación y violencia de pareja (uno por ciento), siguen al alza.
Perla Acosta, directora del colectivo Más Sueños, dijo que en este problema se dan condiciones de impunidad, pobreza, corrupción, narcotráfico y, sobre todo, de trata de personas, debido a que hay rutas que los grupos criminales tienen identificadas para desarrollar su “negocio” y uso de las mujeres en todas sus modalidades.
“En los estados de la frontera hay temas de trata y desaparición forzada por grupos de narcotraficantes. Además, hay mucha pobreza y desigualdad, que son utilizados por los criminales. Lo mismo vemos en el norte del país, pues son lugares que tienen la problemática por ser de las rutas que se utilizan para muchos negocios, desde
el sur hasta el norte de México”, explicó.
La activista consideró que los grupos criminales usan a las mujeres como objetos, al ser un grupo vulnerable que no tiene ningún tipo de protección, y se acelera el fenómeno por la corrupción que hay entre las mismas autoridades.
“Las alertas de género sirven sólo para visibilizar el problema, pero la pregunta es si funcionan, ya que, si bien hay recursos, nadie sabe dónde quedan, porque los municipios más violentos son a los que se les dan más, pero la violencia sigue”, destacó.
Al respecto, Arussi Unda, vocera de la colectiva Brujas del Mar, sostuvo que los delitos de género van a seguir al alza, porque las autoridades siguen sin interés en resolverlos y proteger a las mujeres, además de que amenaza el año con terminar mal y empezar peor el siguiente.
“Sigue sin haber programas o estrategias que puedan parar la violencia, pues aparte, desde cualquier nivel de gobierno, no hablan del tema, lo minimizan y no destinan recurso para ello, pues es un tema de nula prioridad”, agregó.
La activista comentó que lo peor es que a final de año no hay ministerios públicos trabajando en su totalidad, porque se van de vacaciones y se quedan las guardias, que no laboran de manera adecuada.
En el tema de la trata, mencionó que es uno de los delitos que sigue sin parar, ya que no hay policías especializadas y, a pesar de que se creó un nuevo programa para prevenir y sancionar el delito, “no va a ser suficiente ni la solución”.