Tras ser electa como la primera mujer en presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), Norma Lucía Piña Hernández resaltó que el resultado no fue una victoria personal, sino de la mayoría del pleno al que, dijo, representará al igual que a las mujeres.
“Triunfa quien consigue la victoria; victorioso, quién obtiene superioridad o ventaja del contrario. Ni victoriosa ni triunfante. Hoy me dirijo a ustedes honrada, comprometida, responsabilizada, obligada jurídica y moralmente representarlos, a representar al Poder Judicial de la Federación con convicción, entrega, con la pasión y honestidad como lo he intentado hacer los últimos 34 años de mi vida al interior de esta gran institución a la que tanto le debo y que tanto quiero”, exclamó al comenzar su discurso.
Mencionó que la decisión tomada es resultado de un “arduo” proceso al interior del máximo tribunal, “espejo de la complejidad nacional y, consecuentemente” institucional que estamos viviendo electores y candidatos”.
La ministra presidenta subrayó que se analizaron diversos escenarios y, al interior, se pasó de querer ser elegidos a decidir a quién votar para el cargo.
Tras reiterar que “aquí no hay victoria”, agradeció lo que consideró como un acto de congruencia por parte de sus compañeros “por la importantísima determinación de la mayoría de este tribunal pleno, de romper lo que parecía un inaccesible techo de cristal”.
De igual forma, dedicó gran parte de su discurso a las mujeres, a quienes agradeció y aseguró representar dentro del Poder Judicial.
“Me siento acompañada, respaldada y acuerpada por todas ellas, por todas nosotras. Me siento muy fuerte, porque sé que estamos todas aquí, nos colocamos por primera vez al centro de la herradura de este tribunal pleno demostrando y demostrándonos que sí pudimos. Agradezco a las que siempre han creído, a las que no se han cansado de intentar cambios que, poco a poco, arrinconan nuestra cultura patriarcal. Honro en este momento a las que ya no están, trabajaremos, nos esforzaremos todos los días por una sociedad más justa más igualitaria, sin violencia contra las mujeres. Ese es un anhelo, que no les quepa duda”, exclamó.
Aunque dijo que se antoja “la magia y el ilusionismo”, señaló que ella ofrece trabajar con las herramientas que la han guiado en su carrera judicial: con reflexión, acción, autocrítica, honradez y empatía, en beneficio del país.
FGR