El Gobierno federal no entrará en conflicto con el Poder Judicial (PJ) y tendrá que trabajar con quien resulte presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), advirtió el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Hay que esperar lo que decidan libremente los ministros. Y también, institucionalmente, porque ni modo que vamos a declararle la guerra al Poder Judicial. Institucionalmente, el que quede será reconocido, porque somos autónomos, somos independientes y tiene que haber colaboración, porque por encima de todo está el pueblo de México, y adelante”, manifestó el mandatario, antes de que se realizara ayer la votación en la que la ministra Norma Lucía Piña fue nombrada presidenta de la SCJN.
Agregó que el país tiene asuntos más importantes que deben ser atendidos y no detenerse en el nombramiento del presidente de la Suprema Corte.
“Hay cuestiones muy importantes por ejemplo, el que sigamos combatiendo la inseguridad, la violencia. Lo que le importa a la gente, que siga mejorando el ingreso, que haya empleos, que se controle la inflación; esos son los temas; lo demás no es tan importante”, resaltó el mandatario.
Insistió en que, al identificarla como supuesta candidata del Gobierno para dirigir al Poder Judicial, “los medios de comunicación, los intelectuales y los grandes potentados “iniciaron una campaña en contra de Yasmín Esquivel”.
“Como imaginaron que la ministra Yasmín era, en la mentalidad autoritaria que tienen estas personas, la designada por el Presidente, pobre abogada Yasmín, toda una guerra de potentados, medios de información, columnistas, intelectuales del régimen, vendidos y alquilados, pero una lanzada en contra de la señora”, señaló el mandatario.
López Obrador reiteró que la decisión de los ministros era imponer al más rico de sus integrantes, aunque evitó decir el nombre de quién se trataba.
“No sé si sea el más rico, eso ustedes lo van a investigar, no estoy sosteniendo eso, pero ese ministro fue, antes de ser funcionario público, encargado de un despacho fiscal que defendía a empresas extranjeras. Luego, entra con Fox como director jurídico del SAT”, indicó, antes de que se llevara a cabo la votación en la SCJN.
Reconoció que no cuenta con los apoyos necesarios para imponer al presidente de la SCJN, pero aseguró que “tampoco le importa”, porque su administración no es como otras que, dijo, sí tuvieron la tentación de controlar el Poder Judicial.
“Nosotros no tenemos posibilidad, ni siquiera nos importa; va a ser tarea de los que vengan, van a tener que reformar el Poder Judicial, que está muy mal, pero faltan convicciones, faltan principios; no tengo ninguna injerencia de ningún tipo. Si yo fuese como piensan mis adversarios, quedaría quien el presidente decidiera. No somos iguales, no se puede gobernar sin autoridad moral”, insistió.
En su opinión, si hubiera tomado la decisión de negociar “en lo oscurito”, quedaría lista la presidencia del PJ, pero ha evitado meterse, aun cuando haya tenido dificultades para sostener reformas legales, como la eléctrica.
“¿Qué se hace en la Corte, en el Poder Judicial? Si les digo que para defender la industria eléctrica nacional nos cuesta trabajo, también que se considere a los factureros como delincuentes, porque ahí está la macolla arriba, pero eso no significa que el país esté en manos del conservadurismo”, abundó el mandatario.
AM