Una pérdida de más de mil unidades médicas en el sexenio en turno y un subejercicio de 20.8 miles de millones de pesos en inversión a salud, durante los primeros tres años concluidos —2019 a 2021—, envuelven a este sector en el país.
Aunado a esto, hasta el tercer trimestre del 2022, el Gobierno acumulaba un retraso en el gasto de 6.4 miles de millones de pesos en la inversión física para el mismo rubro, apunta México Evalúa.
Tras un análisis a la ejecución del presupuesto aprobado, la asociación refiere que la “costosa factura” que hoy “paga” la infraestructura hospitalaria ha sido a cambio de que se destinen mayores recursos a obras emblemáticas del Gobierno federal.
El estudio apunta que de los 17 mil 850 millones de pesos (mdp) aprobados para inversión física en salud en el 2019, sin contar aportaciones a fideicomisos, sólo se pagaron siete mil 359 mdp, lo que se traduce en un subejercicio de 10 mil 491 mdp.
El incremento de los hospitales de la Ssa frente a la desaparición de clínicas y centros tiene la misma lógica político/electoral de construir grandes obras que se puedan presumir, a costa de una estrategia orientada a dar mayor atenciónMéxico Evalúa, Análisis de gasto
Para el 2020, el “retraso” fue de cuatro mil 610 mdp y para el 2021, de cinco mil 832 mdp. La suma de todo esto, asegura la organización, habría alcanzando para construir 13 hospitales generales u 85 clínicas familiares adicionales.
Los efectos son visibles. Aunque durante los primeros cuatro años de esta administración se han construido más hospitales que en el mismo lapso del sexenio de Enrique Peña Nieto, el número de clínicas desaparecidas es mayor, subraya el análisis.
A finales del 2018, el país contaba con 22 mil 615 unidades de salud, de las cuales 21 mil 230 eran de consulta externa y mil 385, de hospitalización, pero al cierre del 2022 se proyectaba que el total de unidades sería de 21 mil 680, de las cuales 20 mil 151 son de consulta externa y mil 529, de hospitalización, por lo que la pérdida será de mil 79 unidades.
Esta situación ocurre, a pesar de que en el primer cuatrienio del Presidente Andrés Manuel López Obrador se edificaron 144 unidades, cifra que cuadruplica a las 32 construidas en el mismo periodo de su antecesor priista.
“La administración actual se ha enfocado a la construcción de obras emblemáticas, a costa de la reducción en la inversión de pequeñas obras repartidas en más regiones del país. De la misma manera, el incremento de los hospitales de la Ssa (Secretaría de Salud) frente a la desaparición de clínicas y centros de salud tiene la misma lógica político/electoral de construir grandes obras que se puedan presumir, a costa de una estrategia orientada a dar mayor atención a las personas”, señala México Evalúa.
En el Cuarto Informe de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador se explica que a lo largo del 2022 existen altas y bajas de unidades por diversos motivos. Entre ellos menciona sustituciones, obras nuevas y cierres por reacomodo de servicios, entre otros.
“Otra explicación es que la correcta administración de las pequeñas clínicas o centros de salud conlleva una mayor capacidad técnica y burocrática, tanto en el manejo de la nómina como en el surtido de instrumentos médicos y medicinas. No es sorpresa que la estrategia de centralización de la atención en salud se refleje en una desaparición de las pequeñas unidades hospitalarias”, acusa la organización.
Entre los impactos del retraso en el gasto en la Ssa, destaca el “avance nulo” que se registró en septiembre del 2022 en el gasto de 77.7 millones de pesos para instrumental médico del Hospital Infantil.
A esto se suma la sustitución de equipo de radioterapia del Instituto Nacional de Pediatría por 120 mdp, por lo que se prevé que “con este ritmo de avance es muy probable que gran parte de estos recursos queden sin utilizarse para finales del año”.
En contraste, la Secretaría de Turismo había erogado para el Tren Maya 46.3 miles de millones de pesos adicionales al monto aprobado para ejercer hasta el tercer trimestre del 2022; es decir, 107 por ciento más.
Un análisis también realizado por México Evalúa al presupuesto del 2023 advierte un panorama menos severo, pues la inversión física contemplada será mayor, con 30.5 miles de millones de pesos (mmdp), lo que equivale a 12.5 mmdp más que lo destinado el año pasado.
No obstante, los beneficiarios principales serán dos dependencias: el IMSS y el ISSSTE. El primero tendrá un presupuesto de 14 mmdp, lo que se traduce en 5.5 mmdp más —64 por ciento— a lo destinado el año anterior. Mientras tanto, el ISSSTE llegará a nueve mmdp, con lo que rebasará por 6.5 mmdp a lo correspondiente en el 2022.
Sobre la Ssa, la inversión física dispondrá de 6.8 mmdp; sin embargo, la organización apunta que en la cartera de inversión hay un monto por 35 mdp que que no corresponden a este rubro, “lo que podría indicar que aún no se determinan los proyectos precisos hacia dónde se enfocará el gasto”.