Los plásticos tardan aproximadamente 100 o mil años en degradarse, lo cual provoca un impacto grave en el medio ambiente, a partir de la contaminación de mares, océanos, bosques, parques y playas.
Esta contaminación no sólo provoca daños de manera visual, sino que también es causa de muerte de la fauna, pues algunos animales se pueden enredar con los residuos o comerlos.
Los microplásticos, llamados así por su tamaño de menos de 0.5 centímetros, son utilizados para la fabricación de algunos productos como detergentes o dentífricos. Al ser depurados los plásticos, algunas partículas no son retenidas y llegan directo al mar.
Por ello, para contribuir a evitar la acumulación de microplásticos en el mar, podemos reducir el uso de los siguientes productos:
- Vasos o platos desechables: Cuando asistimos a fiestas o pedimos comida para llevar recurrimos a los productos desechables, que no pueden ser reciclados. Como alternativa puedes utilizar platos, vasos o contenedores portátiles de varios usos.
- Popotes: Los popotes de plástico son peligrosos para los animales, pues al ingerirlos pueden ahogarse. Puedes omitir su uso o reemplazarlo con popotes de metal o de plástico rígido.
- Botellas desechables: Para evitar el consumo de botellas desechables puedes instalar un sistema de filtración de agua.
- Productos empaquetados: Para evitar productos que vienen empaquetados de manera individual en plásticos, puedes comprar, en algunas tiendas o mercados locales, comestibles a granel como arroz, frijol, lentejas o botanas. También, existen tiendas y puntos de venta donde puedes conseguir productos de limpieza a granel.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al año se producen aproximadamente 300 mil millones de toneladas de residuos plásticos, de los cuáles el 80 por ciento terminan en el mar.
AM