Con un nuevo formato, en el que fueron desplegados más de dos mil 500 cadetes del Heroico Colegio Militar, ayer se conmemoró en el Zócalo de la Ciudad de México el 110 aniversario de la Marcha de la Lealtad, en el que las Fuerzas Armadas arroparon a su comandante supremo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario recorrió avenida Juárez hasta el Zócalo de la capital, en un vehículo militar, flanqueado por los secretarios de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y de Marina, José Rafael Ojeda, y en su trayecto fueron escoltados por elementos del Heroico Colegio Militar que iban a caballo, recreando el momento histórico que se vivió en 1913 con el entonces presidente Francisco I. Madero. Al mismo tiempo, otros cadetes montaban guardia de honor, a pie, a lo largo del trayecto.
Atrás de ellos, en otro vehículo, iban los presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de las cámaras de Diputados y de Senadores —Norma Piña, Santiago Creel y Alejandro Armenta, respectivamente—, acompañados por Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del mandatario, quienes intercambiaban impresiones.
En la Plaza de la Constitución tuvo lugar la ceremonia protocolaria, en la que el secretario de la Defensa Nacional pronunció un discurso.
Reafirmó el compromiso de las Fuerzas Armadas de velar por la seguridad y el desarrollo del pueblo de México; refrendó el “supremo valor de la lealtad” de las Fuerzas Armadas y aseguró que la Marcha de la Lealtad se convierte en una marca indeleble de fidelidad.
Un día después de que en la Cámara baja se aprobó una ley para que las Fuerzas Armadas se hagan cargo de la protección del espacio aéreo mexicano, el general agradeció al Presidente Andrés Manuel López Obrador por la confianza depositada en el Ejército Mexicano, la Marina, Fuerza Aérea y Guardia Nacional.
Señaló que están comprometidos con preservar la herencia de honor y lealtad, para garantizar el orden constitucional y el Estado de derecho, y por ello dijo que quienes integran las Fuerzas Armadas refrendan “el supremo valor de lealtad” que demostraron los cadetes de 1913, al defender a las instituciones legalmente constituidas y al pueblo de México.
“De igual forma, es oportuno, en el marco del 110 Aniversario de la Marcha de la Lealtad, expresar nuestra gratitud por la confianza depositada en las Fuerzas Armadas y reafirmamos nuestro compromiso de velar por la seguridad, bienestar y desarrollo del pueblo de México”, destacó Luis Crescencio Sandoval.
Subrayó que la marcha es un acto de “lealtad inquebrantable” y continuará siendo un ejemplo de compromiso permanente para las actuales y futuras generaciones, con el fin de seguir contribuyendo a garantizar el bienestar de la sociedad en cualquier lugar, en todo momento y desde cualquier ámbito de acción.
Además, dijo, se convierte en una marca indeleble de fidelidad para que hoy, mañana y siempre los integrantes del Ejército, la Armada, Fuerza Aérea y Guardia Nacional acompañen a las instituciones legalmente constituidas y elegidas democráticamente. “Los que integramos las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional tenemos presente, como principio y fin, defender la legalidad y la institucionalidad, por el honor de México”, agregó.
Al tomar la palabra, el director del Heroico Colegio Militar, General de Brigada DEM Jorge Antonio Maldonado Guevara, mencionó que la Marcha de la Lealtad es un acto sincero de los cadetes que reafirma su amor a la patria y convicción por defender las instituciones.
Indicó que, como institución educativa, este plantel militar, desde su creación, asumió la alta responsabilidad de formar a los mandos responsables de dirigir al Ejército Mexicano y recientemente prepara en sus aulas a los cuadros de mando de la Guardia Nacional, guiados todos ellos por los valores fundamentales de honor y lealtad.
De igual forma, reafirmó al pueblo de México que su tradición de lealtad será siempre el más grande distintivo de los hijos del Heroico Colegio Militar, además que los retos y desafíos que enfrenta el país exigen un plantel educativo moderno y vanguardista.
Evento diplomático, pero se mantuvo la distancia
En menos de una semana, los presidentes de los tres Poderes de la Unión, Andrés Manuel López Obrador, del Ejecutivo; Norma Piña, del Judicial, y Santiago Creel y Alejandro Armenta, del Legislativo, volvieron a reunirse.
En esta ocasión, el encuentro fue en el evento por el 110 aniversario de la Marcha de la Lealtad, donde nuevamente les fueron modificados los lugares como pasó en la celebración del aniversario 106 de la Promulgación de la Constitución, pues la ubicación de Piña, Creel y Armenta estuvo lejos de López Obrador.
Ayer, el mandatario estuvo al centro y a su derecha fue ubicado el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; luego, el de Gobernación, Adán Augusto López, y posteriormente Santiago Creel y Norma Piña, seguidos de otros secretarios de Estado.
Del lado izquierdo del presidente se ubicó a su esposa, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller; el secretario de Marina, Rafael Ojeda; el canciller Marcelo Ebrard, y después el presidente de la Mesa Directiva del Senado, y demás secretarios.
El año pasado colocaron a la derecha del Ejecutivo federal al secretario de la Defensa, y enseguida al presidente de la Cámara de Diputados, en ese momento el morenista Sergio Gutiérrez, y después al entonces ministro presidente Arturo Zaldívar. A su izquierda, estuvieron su esposa, el secretario de Marina y enseguida la entonces presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero.
Cuando López Obrador llegó en compañía de su esposa, se acercó y saludó uno por uno, de mano: a Alejandro Armenta Mier, a Santiago Creel Miranda y a la ministra Norma Lucía Piña Hernández, sin intercambiar mayores palabras. Fue la única ocasión en la que se cruzaron durante todo el evento, pese a que después develaron una placa juntos.