Jesús Reynaldo Zambada, alias El Rey Zambada, quien formaba parte de la estructura de liderazgos del Cártel de Sinaloa, ratificó ayer que entregó dos pagos por cinco millones de dólares a Genaro García Luna en el año 2006, a finales del sexenio de Vicente Fox.
Para ello, detalló, el exsecretario de Seguridad Pública federal fue citado en el restaurante Champs-Élysées, que se encontraba ubicado en Paseo de la Reforma, frente a la Embajada de Estados Unidos en México, algo en lo que coincidió con Miguel Madrigal, agente especial de la DEA que, al igual que Zambada, también testificó en el juicio en contra de García Luna en Nueva York.
Al rendir su declaración, El Rey Zambada señaló que, en una primera ocasión, el exfuncionario se reunió con operadores de él y con Óscar Paredes, quien era abogado de su hermano Ismael El Mayo Zambada, y ahí le entregaron el primer pago por unos tres millones de dólares. En la reunión, en la que el capo se mantuvo observando a distancia, se acordó que la relación entre las partes se mantendría igual que en la administración de Fox; es decir, de colaboración entre el equipo de Genaro García Luna y el Cártel de Sinaloa.
Para ese entonces, García Luna, quien era titular de la Agencia de Investigación Criminal (AFI), ya sabía que ocuparía un cargo en el siguiente sexenio, en el de Felipe Calderón, como secretario de Seguridad Pública.
El Rey Zambada testificó que tres semanas después, él estuvo también en el mismo restaurante con García Luna y ahí se le hizo un segundo pago por dos millones de dólares, a cambio de protección para facilitarle el tráfico de cocaína y para permitirle designar a jefes policiacos.
Describió que el encuentro se dio en el segundo piso del restaurante, en una habitación privada. Zambada García detalló que él hablaba con Óscar Paredes antes de que llegara el exfuncionario, cuando éste irrumpió en el sitio. El Rey saludó y se retiró pues, según su testimonio, buscaba mantener un bajo perfil y no le gustaba que lo vieran.
Entre sus revelaciones, aseguró que los propios agentes de la Policía Federal “invertían” en el boyante negocio de compra-venta de cocaína.
Los líderes (del narcotráfico) siempre intentan tener relaciones en los máximos nivelesJesús Reynaldo Zambada, Testigo
Sostuvo que, con la ayuda de García Luna mientras se desempeñó como director de la AFI, el Cártel de Sinaloa “todos los días del sexenio (de Fox) se hizo más fuerte” y logró enviar a Estados Unidos decenas de toneladas de cocaína.
Además, durante el juicio que se efectúa en EU, El Rey Zambada testificó que se le pagó a un sobrino de García Luna, a quien identificó como Víctor Hugo García, una cantidad de 350 mil dólares para que el policía Edgar Bayardo del Villar, quien trabajaba para el Cártel de Sinaloa, obtuviera una plaza y fuera ascendido en la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), y agregó que el dinero supuestamente lo recibió del propio Bayardo.
Agregó que éste era clave para las actividades del Cártel de Sinaloa: “Nos pasaba información de operativos de investigaciones. Nos ayudaba con seguridad también, a cambio de 50 mil dólares mensuales”.
Además, Bayardo —quien fue ejecutado en una cafetería en la Ciudad de México en el 2015— les reportaba cuando la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) había confiscado algún cargamento.
El testigo agregó que en el 2005 pagó tres millones de dólares a un funcionario de la Secretaría de Seguridad del entonces Distrito Federal, para contar con protección de la policía capitalina.
Antes de que subiera al estrado El Rey Zambada, último testigo significativo de la Fiscalía, Genaro García Luna renunció a la posibilidad de defenderse y no declarará en su propio juicio en la corte del Distrito Este de Brooklyn, Nueva York. La defensa anunció la decisión de su cliente de no testificar, algo a lo que tenía derecho.
El juez Brian Cogan preguntó si Genaro García Luna es consciente de lo que implica renunciar a su derecho de declarar, y la respuesta del mismo acusado fue afirmativa.
Jesús Reynaldo Zambada fue el antiguo jefe del Cártel de Sinaloa en la Ciudad de México, del 2000 hasta su arresto en octubre del 2008. El capo fue extraditado en 2012 a Estados Unidos.
“Para desarrollar las actividades delictivas se necesita apoyo del Gobierno”, dijo el testigo, que ha colaborado durante más de 10 años con las autoridades estadounidenses y declaró también en el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán. “Los líderes siempre intentan tener relaciones en los máximos niveles”, refirió.
El Rey Zambada cierra este martes su testimonio y el desfile de declaraciones de testigos contra García Luna, después de que la fiscalía anunciara que no llamará a más personas a la corte de Brooklyn, en Nueva York.
Detalla modus en AICM y la ayuda al Chapo en su fuga
El Rey Zambada indicó que recibía apoyo de la Policía Federal para descargar droga del Cártel de Sinaloa en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), y destacó que en el 2001 participó de manera activa para ayudar a El Chapo Guzmán a fugarse del penal de Puente Grande, en Jalisco.
La fuga se ejecutó con un helicóptero que le hizo llegar para trasladarlo a la capital, en colaboración con un comandante de la Policía Federal y de la Agencia Federal de Investigación (AFI), de donde era titular Genaro García Luna.
Reynaldo Zambada indicó que la droga que llegaba al AICM era “transportada en pequeños jets privados procedentes de Venezuela”, así como otras aeronaves con capacidad para trasladar entre una y cinco toneladas de sustancias ilícitas. Los envíos eran según lo que el gobierno les permitía, por lo que hoy estarían señalando a otros países que participaban en el negocio de la droga.
Indicó que en un viaje comercial se llegaban a enviar entre 200 y 250 kilos de cocaína ocultos en maletas, las cuales eran marcadas para que policías federales las identificaran y posteriormente, en el mismo aeropuerto, las descargaran.
Se informó que fue en el periodo del 2000 al 2008 en el que El Rey habría recibió ayuda de la Policía Federal para descargar los cargamentos de droga en el AICM y que en la nómina de la organización criminal figuraban agentes de la AFI y de la Procuraduría General de la República (PGR).
El juez Brian Cogan aceptó la moción presentada por los abogados de García Luna para que se excluyera un testimonio que involucraba a Alexis Weinberg —un colaborador de negocios que le habría pagado un yate y una casa al exfuncionario mexicano—, pues indicó que no es información relevante para los delitos que se le imputan al acusado.