A mitad de semana, el Tribunal Electoral determinó que la quinteta de aspirantes al Consejo General del Instituto Nacional Electoral, estuviera conformada por mujeres. El objetivo: impulsar la llamada paridad de género, una reglamentación implementada desde el Proceso Electoral de 2014-2015.
A sabiendas que se espera que más mujeres ocupen cargos importantes y determinantes en la vida pública y política de nuestros país, la decisión del Tribunal debería ser considerada un eslabón en la cadena de esfuerzos por darle un envión a la igualdad de género en México. Falta muchísimo, pero éste es un gran paso.
Primero: ¿Qué es la paridad de género?
El Sistema de Información Legislativa define a la paridad de género como aquel principio que se utiliza para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en el acceso a puestos de representación política. "Es un criterio estipulado en la Ley para asegurar la participación igualitaria en la definición de candidaturas", se lee en el documento emitido por la Secretaría de Gobernación.
La paridad es la igualdad sustantiva entre sexos; es una medida permanente que logra la inclusión de mujeres en los espacios de decisión pública. En 1913, la periodista Dolores Jiménez y Muro, impulsó la asociación femenil "Hijas de Cuauhtémoc", con la que -ayudada de obreras y escritoras- trabajaban por el derecho de las mujeres a la participación política y a la educación.
Imagina entonces: desde aquel año se lucha para que las mujeres sean tomadas en cuenta no sólo a manera de inclusión -recordemos que los sueldos son dispares y los puestos que se ocupan, en la mayoría de las ocasiones, no son de toma de decisiones- sino también de liderazgo.
La importancia de elegir a una mujer como presidenta del INE
La importancia de que la próxima presidenta del INE sea mujer, tiene un impacto no sólo a nivel nacional, sino también a nivel internacional, al menos como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible previo al 2030.
ONU Mujeres refiere que la participación y el liderazgo de las mujeres en la política y la vida pública en pie de igualdad "son fundamentales" para alcanzar estos objetivos, aunque "los datos muestran que la representación de las mujeres es insuficiente en todos los niveles de toma de decisión del mundo".
Aunque para el organismo se refiera que la paridad de género en la política "está aún lejos de ser alcanzada", el que se den pasos como el decidido por el Tribunal, no deja de ser aplaudido, en pos de que se repliquen en distintos puestos no sólo de la vida política o pública del país, sino en cualquier ámbito laboral.
¿Es positivo?
Siempre que se elija a una mujer para ocupar un puesto de esta índole en cualquier parte del mundo, será positivo. Si bien las estadísticas presentadas por ONU Mujeres refieren que con este ritmo no se logrará la igualdad de género en las más altas esferas de decisión por otros 130 años, es preciso afirmar que este es un paso para que más mujeres se abran paso en pro de la paridad en un lapso de tiempo más corto.
El que vayan sucediendo las cosas, es buen síntoma -no suficiente- para creer que las mujeres seguirán siendo consideradas para puestos de decisión política, más temprano que tarde.
Redacción Laura Almaraz.