Más del 70 por ciento de las mexicanas ha experimentado, en algún momento de su vida, al menos un incidente de violencia, que puede ser psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o de discriminación en al menos un ámbito de espacio en el que se desenvuelven, perpetrado por hombres.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021 señala que la violencia psicológica es la que presentó una mayor prevalencia (51.6 por ciento), seguida por la violencia sexual (49.7), la violencia física (34.7) y la violencia económica, patrimonial y/o por discriminación (27.4 por ciento).
De la violencia física, ésta tiene un impacto negativo sobre la salud de las mujeres que la padecen, ya que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede ser causa de depresión, trastorno de estrés postraumático, insomnio, trastornos alimentarios, sufrimiento emocional e intento de suicidio, sin contar que causa deserción laboral y ausentismo, debido a que las lesiones provocadas en ellas las llevan a un aislamiento.
Entre las principales agresiones físicas que más sufren las mujeres al ser violentadas físicamente están golpes con los puños, ahogamientos, patadas, jalones de cabello, bofetadas, mordidas, agresiones con objetos, pellizcos y hasta escupitajos, de acuerdo con la Endireh 2022.
Datos recabados por diversos colectivos feministas, entre los que destaca Brujas de Mar, refieren que los “pretextos” que usan los varones para ejercer el acto de la violencia física son cinco, principalmente: No obedecer alguna petición del hombre, contestarle mal, no atender adecuadamente a los hijos o el hogar y, una de las más comunes, preguntarle al hombre por cuestiones de dinero o de sus enamoradas; a esa le siguen: salir a realizar alguna actividad sin el permiso del hombre y, por último, negarse a mantener relaciones sexuales.
Las entidades federativas donde las mujeres de 15 años y más han experimentado mayor violencia a lo largo de su vida son: Estado de México (78.7 por ciento), Ciudad de México (76.2 por ciento) y Querétaro (75.2 por ciento), mientras que los estados con menor prevalencia son: Tamaulipas (61.7 por ciento), Zacatecas (59.3 por ciento) y Chiapas (48.7 por ciento).
Además, la prevalencia de violencia (de cualquier tipo a lo largo de la vida) contra las mujeres de 15 años y más muestra que aquéllas que experimentan mayor violencia son las que residen en áreas urbanas (73.0 por ciento), de edades entre 25 y 34 años (75.0 por ciento), quienes cuentan con un nivel de escolaridad superior (77.9 por ciento), así como las que se encuentran separadas, divorciadas o viudas (74.0 por ciento).
La OMS define la violencia como el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.
El Índice de Paz en México (IEP), en su informe de 2022, refirió que, en la Ciudad de México, mientras que los casos denunciados de violencia familiar disminuyeron en abril del 2020, entre 2021 y 2022 aumentó el número de llamadas a la línea de emergencia, en donde la mayoría de las mujeres que se comunicaban estaban siendo víctimas de golpes.
Ante esta realidad de entornos de violencia de género que no ha podido cambiar, las mujeres han levantado la voz, particularmente en los últimos años.
Del 2021 a la fecha se han registrado en México aproximadamente 559 manifestaciones contra la violencia de género en distintas ciudades, lo que representa un aumento del 76 por ciento con respecto al 2020, sin olvidar que ese año, en marzo, fueron convocadas decenas de miles de mujeres en todo el país para participar en una huelga nacional.
“Mientras los homicidios masculinos tienden a ser vinculados a las tendencias del crimen organizado, las muertes de mujeres están asociadas con la violencia de la pareja íntima.
“A diferencia del predominio de las armas de fuego en los homicidios masculinos, la mayoría de los feminicidios se cometen por otros medios. Con un 13 por ciento, la proporción de víctimas de feminicidio menores de 18 años es mucho más alta que la de homicidios de hombres. Y en temas de agresiones, la violencia física no sólo ha ido en aumento, sino que cada vez es más agresiva”, indica el IEP.
Y es que en México no sólo se han hecho más visibles los golpes que causan daño físico a las mujeres, ahora se han observado y tienen mayor relieve agresiones de otro tipo.
En lo que va del 2022 a la fecha, han ocurrido 57 ataques con sustancias corrosivas, los cuales, indica el IEP, “son delitos sin agravante de género en 25 de los 32 estados en el país”.
Y en sus puestos laborales también padecen violencia
Un dolor en el pecho y ardor en la boca del estómago hicieron a Cecilia saber que algo tenía que parar en ese momento. Durante el último año se convirtió en una mujer más delgada, más ojerosa, más irritable, menos plena y feliz de ejercer uno de los derechos que tantas décadas costó a las mujeres tener: el de trabajar para garantizar su independencia económica.
El temor de perder el salario, el Seguro Social y volver a quedar en el desempleo tras la pandemia, la hicieron soportar un círculo laboral donde sus derechos humanos poco importaban a su par de jefes, quienes mientras le exigían más allá de lo acordado en el contrato, cuestionaban cada decisión que ella tomaba, haciéndola sentir “tonta, ilógica e incompetente”.
Un día su hija enfermó y solicitó un permiso —“que nunca había pedido”— a sus empleadores, de quienes recibió la respuesta que le indicó que ese era un lugar para ya no estar: “¡Ah! Eres muy maternal. Como que tu familia te importa más que tu trabajo, ¿no?”.
En México, una de cada tres mujeres ha enfrentado violencia laboral, la cual va desde actos discriminatorios hasta agresiones sexuales, físicas y psicológicas, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). De éstas, el 14.4 por ciento ha vivido atentados de tipo sexual, agresión que, por cierto, aumentó 28.5 por ciento entre el 2016 y el 2021.
El haber conquistado este nuevo derecho significó varios avances para las mujeres, pero también más espacios para continuar siendo violentadas.
“Alondra” realizó prácticas profesionales dentro de una empresa paraestatal de la que solicitó emitir más detalles por seguridad.
Relata que, durante su estancia, identificó un ambiente laboral hostil en el que predominaba la cosificación de las mujeres por parte de los superiores.
“El ambiente está super pesado. Básicamente, para tener una entrevista con ‘él’ (el jefe), tenías que ir desnuda y él elige. Un día escuché una plática entre mi jefe y otras personas y dijo que cuando las chavas necesitan hablar con él, se deben poner en la entrada, pasa en la camioneta y les dice: ‘alcánzame’; acelera y las chavas tienen que correr atrás de ese tipo”, narró.
Estas prácticas ocurren, a pesar de que la institución cuenta con una unidad de género y un área especializada en atender el acoso, violencia y abuso sexual contra las mujeres, el cual, aunque ocurra, “nadie hace nada”.
La entidad con la mayor prevalencia de violencia laboral general es Chihuahua, donde el 37.8 por ciento de mujeres de 15 años y más ha vivido alguna situación violenta. Y le sigue la Ciudad de México, con el 34.6 por ciento.
Por el contrario, los estados con la prevalencia más baja son Chiapas, con el 17.2 por ciento, y Zacatecas, con el 20.3 por ciento.
Según la encuesta del Inegi, son los compañeros de trabajo y los patrones quienes más incurren en la violencia, siendo las instalaciones laborales o algún lugar público cercano a éste, los sitios más comunes.
Vigilarán marcha del 8M 2 mil 500 uniformadas
Con motivo de la manifestación del 8M que tendrá lugar este miércoles en la Ciudad de México, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) desplegará a dos mil 500 mujeres policías para resguardar a las asistentes.
Del total, 800 uniformadas se ubicarán a lo largo del trayecto que recorrerá el principal contingente, el cual, se prevé que salga alrededor de las 12:30 del día, desde el Monumento a la Revolución rumbo a plancha del Zócalo capitalino. Las otras mil 700 Ateneas estarán pendientes en caso de que se requiera de su apoyo durante la marcha.
De acuerdo con la Policía, las uniformadas contarán con equipo de protección personal, el cual consta de casco, escudo y uniforme completo; además, las policías llevarán extintores, cuyas condiciones físicas fueron verificadas el pasado 1 de marzo.
Como parte del operativo, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) desplegará 14 motoambulancias y 50 paramédicos para atender cualquier emergencia médica que se presente.
Asimismo, 400 servidoras públicas de la Brigada Diálogo y Convivencia de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México darán acompañamiento a las asistentes; se instalará una Base Morelos y se realizarán monitoreos en los puntos de concentración de las manifestantes.
Desde la tarde del lunes, autoridades capitalinas comenzaron a colocar vallas metálicas en los alrededores de edificios históricos, como Palacio Nacional y en Bellas Artes, para resguardarlos de las pintas que suelen dejar las manifestantes en este tipo de manifestaciones.
Aunque habrá diversos colectivos que saldrán a las calles este 8 de marzo, se prevé que el contingente más grande salga del Monumento a la Revolución; otros contingentes partirán de la Glorieta de las Mujeres que Luchan y de la Torre del Caballito, en Reforma.
Ayer, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, llamó a realizar una manifestación pacífica y segura para todas.