Al interior de la bancada de Morena se ha formulado una iniciativa con la que se busca que sea la comunidad universitaria la que designe mediante una elección directa a quien será su rector, por considerar que la institución mantiene una estructura de gobierno “profundamente copular y vertical”.
La iniciativa corre a cargo del diputado Armando Contreras Castillo, quien expone como contradicción “inadmisible” para los universitarios que cuente con legados históricos como el movimiento estudiantil de 1968 y no intente cambiar la forma de gobierno interno que nació hace 80 años.
El legislador propone reformar la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para derogar el artículo sexto en donde se establece que la Junta de Gobierno es la encargada de nombrar y remover al rector.
Pero con la modificación, la persona titular de la Rectoría sería elegida por la comunidad mediante voto, pero bajo las normas y disposiciones que establezca el Consejo Universitario.
En su exposición de motivos, Contreras Castillo acusa que la Junta se ha convertido en una “instancia impermeable a la renovación generacional de las instituciones sociales y de gobierno, consolidándose como un factor de inmovilismo político”.
Asegura que aún cuando la UNAM ha sido una fuerza de cambio, se ha mantenido sin cambio interno alguno, sobre todo en cuanto a la elección de sus propias autoridades porque el proceso está bajo el control de “un grupo extremadamente reducido de personas agrupadas en la Junta de Gobierno”.
Al advertir que esto detonará preocupaciones reales y también exageradas sobre el revuelo político que esto podría desatarse, dijo que las mismas deberán ser atendidas pues el propósito de buscar un mecanismo democrático no es generar inestabilidad institucional.
Por ello insiste en que el análisis del tema y la discusión legislativa al respecto no se puede limitar a “estigmas y amenazas sustentadas en el miedo a la participación política de la comunidad”.
En su tercer artículo transitorio, la propuesta indica que de aprobarse la reforma se deberá aplicar en el proceso de renovación de la Rectoría que se llevará a cabo este año.
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