Los cuatro estadounidenses secuestrados el pasado 3 de marzo en Matamoros, Tamaulipas, tienen historiales delictivos, en una relación directa con las drogas, así como arrestos e, incluso, algunos estuvieron en prisión.
Reportes extraoficiales divulgados por el portal arrests.org detallan que Eric James Williams, quien resultó herido, fue condenado a 18 meses en marzo del 2017, luego de ser arrestado un año antes por distribuir crack cerca de una escuela; además, desde adolescente fue acusado por robo y estuvo en prisión en el 2017. También había sido acusado en el 2015 por portación de una pistola cargada.
Detalla que fue detenido en una trampa que le tendió un informante confidencial que trabajaba para la policía de Lake City y atrapado por evidencia de video, por lo que fue acusado de dos cargos.
Latavia Washington McGee, quien resultó ilesa, fue arrestada en diversas ocasiones por posesión de drogas y conducta ilegal hacia un menor, la última en enero del 2022. Fue acusada en mayo del 2016 por el condado de Florence, Carolina del Sur, de cinco cargos por descuido de menores, luego de que sus cinco hijos dieran positivo a metanfetaminas y marihuana, de acuerdo con un reporte de la policía, tras la denuncia de Servicios Sociales.
Latavia fue detenida y sus hijos sacados de su casa para ser puestos bajo custodia por miembros de la familia, pero tras pagar una fianza de 10 mil dólares, fue liberada. Le fue impuesta una pena de cinco años de prisión, pero sólo pasó dos de ellos en la cárcel y tres en libertad. Su esposo se declaró culpable el 31 de enero del 2023 de tráfico de metanfetaminas y fue sentenciado a 10 años de prisión.
Shaeed Woodard, uno de los dos fallecidos, fue arrestado por fabricación y posesión de drogas en el 2015, delito por el que se declaró culpable, por lo que fue sentenciado en el 2016 a 100 días de cárcel. Finalmente, Zindell Brown, quien también perdió la vida, fue acusado de posesión de marihuana y violencia doméstica.
Los ciudadanos estadounidenses fueron detenidos en Carolina del Sur, de acuerdo con sus fichas de detención, que es el lugar de donde son originarios y, de acuerdo con reportes locales, ese estado cuenta con un fuerte problema de tráfico de fentanilo.