La migración de niños, niñas y adolescentes mexicanos hacia Estados Unidos continúa en aumento y en los últimos cuatro años casi se duplicó, mientras que autoridades como el Instituto Nacional de Migración (INM) lanzan advertencias del riesgo que corren al cruzar por el río Bravo de manera irregular.
En el primer bimestre del 2023 se registraron cinco mil 400 detenciones de menores acompañados y no acompañados, mientras que en el mismo periodo de 2022 fueron cinco mil 211, en el 2021 fueron tres mil 965 y en el 2020, dos mil 831. En un comparativo de los últimos cuatro años, el incremento ha sido del 90 por ciento.
Además, la migración de menores mexicanos representa 26 por ciento del total de enero y febrero, que contabilizó 20 mil 668 detenciones, lo que significa que uno de cada cuatro mexicanos que buscan cruzar hacia Estados Unidos tienen menos de 18 años.
Una de las recientes disposiciones sobre los menores migrantes se dio el 14 de marzo, cuando el titular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, ordenó a los agentes en la frontera norte “quitar” los menores a sus padres, con el fin de salvarles la vida y evitar que crucen el río Bravo.
La mayoría de los menores viajan con sus padres porque huyen de la violencia y la pobreza, pero es muy común que los menores que viajan solos sean mexicanosAlberto Xicoténcatl Carrasco, Director de la Casa del Migrante de Saltillo
Al respecto, Gretchen Kuhner, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi), dijo que “de ninguna manera” pueden separar a los menores de sus padres, ya que no tienen ninguna facultad para ello, además de que es violatorio de derechos humanos.
Advirtió que si al Gobierno le preocupa la protección de los menores, que les ofrezca estancia permanente. “Nadie quiere que los menores estén en riesgo cruzando el río Bravo, pero eso es una cosa y otra arrebatarlos de los padres; no tiene facultades”, agregó.
La activista mencionó que la migración de los menores aún es parte de lo que quedó de la pandemia en los países, además de la pobreza, marginación y violencia en la que se encuentran sujetos en sus naciones, sobre todo en México.
“Necesitamos mejores programas para apoyar a los menores migrantes, pues buscan mejores oportunidades para sus familias; además, tengo la sensación de que los resquicios que se quedaron son por los efectos de Covid-19; esto es, muchos de los niños ya no regresaron a sus escuelas por la difícil situación, lo que los obligó a irse”, explicó.
Tengo la sensación de que los resquicios que se quedaron son por los efectos de Covid-19; esto es, muchos de los niños ya no regresaron a sus escuelas por la difícil situación, lo que los obligó a irseGretchen Kuhner, Directora del Imumi
La experta hizo ver que los menores “son la peor cara de la migración”, pues expuso que los adolescentes son los que buscan nuevos horizontes, además de que las oportunidades que ofrece Estados Unidos son un pretexto para que intenten cruzar.
Acerca del tema, el director de la Casa del Migrante de Saltillo, Alberto Xicoténcatl Carrasco, dijo a este diario que los peligros a los que se enfrenta un menor que migra es que se pierda en el trayecto, ser víctima de trata de personas, accidentes, deshidratación, picadura de algún animal o explotación sexual.
“La mayoría de los menores viajan con sus padres porque huyen de la violencia y la pobreza, pero es muy común que los menores que viajan solos sean mexicanos, ya que en la mayoría de veces se adelanta papá y mamá, y ellos los tienen que alcanzar”, explicó.
El experto declaró que la postura del INM es totalmente desproporcionada, ya que no pueden quitar a los niños de sus padres, pues uno de los preceptos internacionales es la unidad familiar y por ello aclaró que las declaraciones de Francisco Garduño “son totalmente perversas”, pues están por encima de los padres, cuando su intención no es ponerlos en riesgo.
Xicoténcatl Carrasco detalló que a los menores los pone en riesgo el contexto en el que viven y no otras causas, y por ello, dijo, se deben atacar esos problemas para evitar esos riesgos.