Cientos de migrantes intentaron cruzar ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos, en dos momentos distintos, a través de un punto entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas.
Los extranjeros irregulares dejaron las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) en la localidad de Chihuahua, posteriormente atravesaron la avenida principal y corrieron hacia el puente internacional.
De inicio fue sólo un grupo reducido. Posteriormente, la cifra se incrementó a cientos de personas, tras correrse el rumor a través de redes sociales de que Estados Unidos les permitiría el ingreso. Cuando ya se habían concentrado en el sitio, intentaron cruzar una malla ciclónica en grupo, en el que se encontraban mujeres, hombres adultos y algunos niños que llevaban en brazos o caminando.
Estos hechos se dieron dos días después de que ocurrió un incendio en el centro de retención del Instituto Nacional de Migración (INM) de la ciudad, en el que fallecieron 39 personas que se encontraban encerradas bajo llave.
Los migrantes en Ciudad Juárez desean salir de la localidad, ya que temen por sus vidas, de acuerdo con reportes locales, y debido a los sucesos recientes no desean ser capturados y detenidos en dicha estación migratoria.
Al enterarse las autoridades de Estados Unidos del intento de cruce de los migrantes desde el lado mexicano, de inmediato enviaron a sus elementos de Patrulla Fronteriza para detenerlos cuando pisaran suelo estadounidense.
Sin embargo, tras recorrer unos siete kilómetros, llegaron a la orilla del río Bravo para intentar cruzar, pero ya eran esperados por las autoridades norteamericanas, por lo que regresaron y la situación sólo quedó en un intento.
De acuerdo con medios locales, la movilidad y tránsito de los extranjeros se ve diariamente en Ciudad Juárez, debido a que aprovechan lugares donde el caudal del río Bravo es menor para intentar cruzar a Estados Unidos. A pesar de ello, las autoridades instan a la gente a no seguir intentando el paso para evitar peligros, pero la gente sigue haciéndolo.
Los migrantes se comunican y avisan por medio de redes sociales y grupos de chat, por lo que, al encontrar un lugar para cruzar, de inmediato se corre la voz y por ello el movimiento es inesperado.
Más tarde un segundo grupo intentó aprovechar un hueco en la malla ciclónica para pasar hacia el lado de Estados Unidos, pero tampoco pudo realizarlo, ya que se generó un fuerte operativo por parte de la Patrulla Fronteriza del vecino del norte.
Conforme transcurrió la tarde, siguieron llegando migrantes a la zona, cruzaron el Bravo y esperaron algunas horas frente a la puerta 36. Poco a poco, en grupos, fueron ingresados por los elementos fronterizos a territorio estadounidense.
Los agentes fronterizos entablaron previamente diálogo con ellos y los subieron a un camión escolar, para ingresarlos a Estados Unidos y tomarles sus datos, y posteriormente deportarlos a su país, con lo que perderían la oportunidad de ingresar de manera legal, a través de la aplicación CBP One, ya que fueron detenidos y registrados. Varios de quienes habían cruzado decidieron retornar hacia México.
Mientras esto ocurría, un helicóptero, aparentemente de la Patrulla Fronteriza, sobrevolaba en círculos, incluso sobre el espacio aéreo mexicano, con el objetivo de vigilar que la situación no se saliera de control.