El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, advirtió que no permitirá que se intervenga en los procesos internos, tras señalar que otros sectores están molestos por que esta institución no sigue “ciertas líneas”.
“El mayor compromiso es que se respete la autonomía, que no se metan en los procesos que están por venir. A ello me comprometo y lo voy a defender con toda intensidad, con prudencia”, dijo el directivo, quien concluirá su gestión en noviembre de este año.
Entrevistado durante el programa “La UNAM responde”, Graue Wiechers dijo que las modificaciones a la universidad siempre deben ser una decisión de la comunidad y no una imposición.
“Siempre con la decisión de la comunidad, en nuestras reglamentaciones, en nuestros planes de estudio, en la forma de administrarnos, en la forma en que ejercemos los recursos que nos da la nación, en todo ello es la mejor forma de enfrentar los cambios, hacerlo por decisión nuestra y no por imposición y así ha venido sucediendo”, dijo.
Dijo que puede “molestar” o generar conflicto en otros sectores el hecho de que la máxima casa de estudios no siga “ciertas líneas, pero con autonomía y con la decisión y la inteligencia colectiva que representan los cuerpos colegiados, podremos hacerlo muy bien”.
Al señalar que en México existe un ambiente de polarización, el rector mencionó que lo mismo no debe de ocurrir nunca en la institución: “Creo que la Universidad no debe polarizarse nunca, pues debe dialogar y actuar con la verdad, con prudencia, con inteligencia y con firmeza”.
El pasado 9 de marzo, el diputado de Morena Armando Contreras formuló una iniciativa para reformar la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México (LOUNAM) para derogar el artículo sexto en donde se establece que la Junta de Gobierno es la encargada de nombrar y remover al rector.
Pero con la modificación, la persona titular de la Rectoría sería elegida por la comunidad mediante voto, pero bajo las normas y disposiciones que establezca el Consejo Universitario, pues el legislador acusó que la Junta se convirtió en “una instancia impermeable a la renovación generacional, convirtiéndose en un factor de inmovilismo político”.
En su tercer artículo transitorio, la iniciativa indicó que de aprobarse la reforma se deberá aplicar en el proceso de renovación de la Rectoría que se llevará a cabo este año, cuando Enrique Graue concluye su cargo.
La propuesta fue objeto de múltiples críticas por parte de académicos de la misma institución, quienes advirtieron una vulneración a la autonomía de esta casa de estudios, por considerar que esto podría involucrar directamente a la UNAM en los diferendos que sostienen las fuerzas políticas del país.
JVR
