La Arquidiócesis Primada de México pidió frenar la violencia que está atravesando México, pues, en su semanario Desde la Fe, comparó la crucifixión de Cristo con el fin de las “acciones violentas de los criminales que acaban con la vida de miles de jóvenes en México”.
Apuntó que, cuando Jesús fue crucificado, algunas personas pensaron que la “injusticia humana” sepultó las esperanzas que habían llegado con él, mientras que otros pensaron que “el mal había triunfado definitivamente sobre el bien”, pero aún así; destacó, este hecho representó el fin de la oscuridad.
La institución eclesiástica aseguró que la “fidelidad al camino de Cristo” podría ponerle fin a la violencia: “Renovar la fidelidad al camino de Cristo es decir no a la violencia, no a la delincuencia, no a la corrupción, no al crimen, no a los abusos de autoridad, no a la trata de personas, no a las extorsiones, no a todas aquellas prácticas que deterioran el tejido social y lastiman las relaciones entre hermanos.”
La Iglesia Católica remarcó que las y los ciudadanos no deben acostumbrarse a la violencia, ni “a las acciones violentas de los criminales que acaban con la vida de miles de jóvenes en México debido a la lucha entre bandas rivales del crimen organizado.” Agregó que tampoco se debe dejar de sentir indignación ante los abusos que sufren los migrantes, ni los actos corruptos, que consideró, “nos hunden como nación”.
“Como bien dice el Papa Francisco: 'Necesitamos al Crucificado Resucitado para creer en la victoria del amor, para esperar en la reconciliación. Lo necesitamos a Él, para que, poniéndose en medio de nosotros, nos vuelva a decir: ‘¡La paz esté con ustedes!’”, sostuvo.
Finalizó asegurando que la resurrección de Cristo demuestra que, a pesar de que la “injusticia humana” ha intentado “acabar con la vida en todas sus formas”, “la vida es más fuerte que la muerte”.
DGC