El Gobierno mexicano se contrapuso a la pretendida utilización, en el mercado de Estados Unidos, del medicamento llamado naloxona, que contrarresta los efectos del consumo del fentanilo e impide los fallecimientos por sobredosis, porque “entonces, en vez de ir al fondo, ¿vamos a paliativos?”, planteó el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante su conferencia matutina, el mandatario se refirió al tema: “Dicen que esto va a convertirse en un medicamento para que no haya adicción, ¿o es nada más prolongar la agonía?
“ ¿Y quién hace ese fármaco? ¿Por qué no atender las causas?”, expuso.
Además, el jefe del Ejecutivo federal enfatizó que la venta de la naloxona no se realiza sin receta médica.
Al tomar la palabra, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, afirmó que en el 2020 se registraron 26 muertes por fentanilo en México, mientras que en Estados Unidos fueron 68 mil 630. Y en el 2021 fallecieron en el país 19 personas por consumo de la droga sintética.
“Si comparamos en ese mismo periodo, en Estados Unidos fallecieron 80 mil 411 personas”, dijo, y resaltó que, aunque fueran 10 veces más las víctimas en México, no se compararía el número con las que reporta Estados Unidos.
Dos días antes de que se lleve a cabo en Washington una reunión entre autoridades de ambos países para abordar el tema del tráfico del fentanilo, tanto López Obrador como el subsecretario de Salud, López-Gatell, se expresaron por investigar el origen de la farmacéutica que lo produce.
Coincidieron en que las políticas públicas deben estar enfocadas a evitar la drogadicción entre la población de ambas naciones y no en la venta de productos que sólo combatan los efectos.
López-Gatell sostuvo que en Estados Unidos se permitió adquirir el medicamento y denunció “una importante presión de grupos de interés” por que en México se incorpore este medicamento como tratamiento.
El funcionario dijo que no se pone en duda el producto, sino la intención de no realizar políticas de salud y bienestar social para frenar el consumo de opiáceos.
“Hay presiones para que se distribuya naloxona en México, pero no es una solución, sólo se trata de una forma de tapar el problema”, dijo.
Hugo López-Gatell recalcó que, si bien el fentanilo es una de las sustancias más peligrosas por su potencial de adicción y efectos graves sobre la salud, porque aun en pequeñas dosis puede causar la muerte, no es un “problema mayúsculo, como lo es en Estados Unidos, donde gran parte de la población usa la sustancia”.
En su discurso, también afirmó que, aunque en México “pueda haber un subregistro con otras cifras, pensemos de 10 veces más, no se compara con el enorme problema de salud pública que tiene Estados Unidos por la epidemia de este opioide”, refirió.
El funcionario ratificó que el fentanilo no se produce en México y que incluso se importa de Estados Unidos.
Asimismo, dijo que sólo se fabrica en “otros países, incluido Estados Unidos, porque hay rutas de fentanilo, del vecino país del norte, a México”.
También, aseguró que, en segundo orden, combatir el problema será un tema de cooperación.
“Queremos cooperar con Estados Unidos, que tiene un enorme problema de adicción, producción, de importación de fentanilo desde otras regiones, particularmente de Asia.
“Queremos ayudar también como buenos vecinos en lo que toca a la salud pública”, finalizó.