Veintitrés personas migrantes de Honduras y Guatemala fueron repatriados este martes desde el Aeropuerto Abraham González de Ciudad Juárez, Chihuahua, en aviones de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), hacia sus países de origen, luego de que perdieron la vida en un centro de retención, por un incendio de donde no lograron salir.
Autoridades consulares que corroboraron la documentación y acreditación de los expedientes de cada uno de ellos estuvieron presentes durante todo el proceso, hasta que los féretros fueron trasladados en dos aeronaves.
“Estamos en el traslado de todos los guatemaltecos y hondureños. Viajan en aviones de la Fuerza Aérea Mexicana y yo he estado desde el primer momento de los hechos aquí. Se ha estado atendiendo a heridos para suministrarles medicina, apoyar a las familias y después apoyar en ese duelo que tienen los familiares de los fallecidos”, dijo Francisco Garduño, titular del Instituto Nacional de Migración (INM), quien había permanecido en silencio casi durante las dos semanas posteriores a la tragedia.
Al menos siete carrozas y tres camionetas salieron por la mañana de la funeraria en donde se prepararon los cuerpos de los extranjeros fallecidos, para trasladarlos al aeropuerto y comenzar el viaje.
Asistieron autoridades como el canciller de Guatemala, Mario Búcaro Flores, y el vicecónsul de Honduras, Darwin Medina, quienes permanecieron al lado de los familiares de los fallecidos.
Búcaro Flores dijo que están de luto y llegó a acompañar a las familias en nombre del gobierno de Guatemala: “Llevamos a 17 personas en un proceso de repatriación. Tenemos una serie de compromisos en materia de migración para que sea ordenada y apegada a derechos humanos”.
Señaló que los familiares de las víctimas y heridos no están solos, pues les darán todo el apoyo necesario, además de que se encuentran buscando la reparación del daño y castigo a los responsables.
Los extranjeros fallecieron por intoxicación y quemaduras graves, debido a que personal del centro de retención en Ciudad Juárez no les abrió la puerta y por ello quedaron atrapados el pasado 27 de marzo, cuando uno de los migrantes que protestaban por su repatriación, de origen venezolano, inició el fuego que terminó con la vida de 40 personas.
Los féretros fueron reforzados con cartón y envueltos en arneses especiales, junto con una placa de identificación y el municipio de origen, así como país de procedencia. Cada una de las cajas fue revisada por el canciller de Guatemala y por personal del INM.
Hasta el momento, han sido repatriados 31 cuerpos de personas fallecidas en el siniestro.
DAN