La delegación mexicana que participa en la reunión bilateral con Estados Unidos en materia de seguridad tiene como encomienda identificar qué acciones llevar a cabo para reducir las muertes por fentanilo, pero también las que provoca la violencia con armas de fuego, destacó el canciller, Marcelo Ebrard.
Marcelo Ebrard participa con funcionarios mexicanos, en la reunión con el gabinete de seguridad estadounidense, en la Casa Blanca.
“El enfoque de la delegación mexicana: la instrucción que tenemos es identificar cuáles son las acciones adicionales que podemos tomar para que el Entendimiento Bicentenario tenga mejores resultados en dos indicadores: reducción de fentanilo y muertes por fentanilo y reducción de violencia en México por armas de fuego”, dijo Ebrard Casaubon en este encuentro bilateral.
El Canciller mexicano agradeció a la asesora de Seguridad Nacional, Elizabeth Sherwood-Randall, la recepción ofrecida a los representantes mexicanos y destacó la presencia del fiscal Alejandro Gertz en estas negociaciones.
Alrededor del mediodía, ambas delegaciones se trasladarán a las oficinas del Departamento de Estado, donde se sumarán los representantes canadienses para dar comienzo a una reunión trilateral.
El fentanilo y las armas se han convertido en amenazas para México y Estados Unidos, advirtió la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, al participar en la reunión bilateral de alto nivel en materia de seguridad que se lleva a cabo en Washington.
“Como vecinos sabemos que hay temas que nos fortalecen y otros que nos pueden hacer daño. El tráfico y el consumo de drogas sintéticas y el tráfico de armas, así como la violencia que generan son un grave problema entre nuestras dos naciones; y hoy en especial el fentanilo, las metanfetaminas y las armas de fuego son una amenaza para nuestros países”, señaló Rosa Icela Rodríguez
Agregó que México y Estados Unidos como vecinos y socios, también aliados en la lucha contra las bandas criminales
“Los Estados Unidos tienen un complicado problema de salud pública y México está combatiendo a los cárteles del crimen organizado que lucran con la venta de droga y se abastecen con dinero y armas de alto poder. Es un círculo vicioso contra el que peleamos diariamente”, resaltó.
La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, que fue nombrada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador como representante de su gobierno para tratar el tema del fentanilo con Estados Unidos, aseguró que “México no fabrica precursores químicos, vienen de Asia. México tampoco fabrica armas de alto poder, pero en México, mi México, padecemos la violencia originada por el tráfico de drogas sintéticas y el poderío del fuego de las armas ilícitas”.
Ante representantes de Estados Unidos, encabezados por la asesora en seguridad nacional, Elizabeth Sherwood-Randal, la funcionaria mexicana advirtió que en esta lucha “podemos seguir una ruta por separado y ver cómo las voces extremas culpan a nuestros gobiernos, o bien buscar una solución juntos, una solución binacional”
Denunció que desde el vecino del norte se ha levantado una campaña “brutal” para tratar de que se declare como organizaciones terroristas a los cárteles de las drogas en México y con ello propiciar una intervención armada del ejército para combatir a estas bandas, pero nuestro país no permitirá esas declaraciones con interés electoral.
“El Gabinete de Seguridad de mi país defenderá con hechos la dura campaña política electoral emprendida contra México. Es nuestro México y lo vamos a defender a todos los lugares, con resultados, con honestidad y con valor, frente a un pequeño grupo que hace propuestas inviables e inaceptables en lo que debe ser un esfuerzo, no de agresión sino de cooperación permanente”, destacó.
Rosa Icela Rodríguez enfatizó que el Estado mexicano está dispuesto a la cooperación con Estados Unidos para erradicar la pandemia del fentanilo, tejer la estrategia coordinada para proteger a nuestras poblaciones. Lo que en los hechos constituye un reforzamiento del Entendimiento Bicentenario, con el objetivo de “aumentar incautaciones de drogas y armas, seguir con la detención de objetivos prioritarios, desmantelar sus redes financieras; debilitar la capacidad y cadenas de suministro del crimen organizado, pero al mismo tiempo bajar el consumo de drogas sintéticas; frenar el tráfico ilegal de precursores químicos, fortalecer su control y la aplicación de sanciones”.