Este martes, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa de reforma para que el mínimo de días de descanso por semana en una jornada laboral sea de dos días, y no de uno, según establece el artículo 123 de la Constitución.
Lo anterior, según lo enunció la diputada morenista Susana Prieto Terrazas, responde a que México es uno de los países donde más días se laboran, con un mínimo obligado de 48 horas, lo cual, apuntó, impide que los trabajadores compartan tiempo con sus familias o dispongan de su descanso para actividades que contribuyan a su enriquecimiento personal.
Así, legisladores de diversas bancadas se manifestaron de acuerdo con la propuesta, al señalar que no sólo respeta los derechos de los trabajadores, sino que también impulsa la empleabilidad en el país, al fomentar que las empresas contraten más personal para cubrir las labores de quienes sólo descansan un día por semana.
Sin embargo, a pesar de ello, la propuesta generó reacciones adversas entre la ciudadanía. Mientras algunos se pronunciaron a favor de que sea obligatorio descansar al menos dos días —en favor de temas como la salud mental—, otros desestimaron las supuestas ventajas de esta iniciativa, aludiendo que representará dificultades para la economía nacional, particularmente en el sector privado. Entonces, la reducción de jornada laboral, ¿es una buena o mala noticia?
Jornada laboral en México. ¿Su reducción es una buena o mala noticia?
En redes sociales, usuarios, trabajadores de distintos sectores, celebraron las ventajas de una reducción de ocho horas en la jornada laboral obligatoria. Particularmente, subrayaron un mayor respeto a la dignidad y los derechos de los trabajadores, quienes se verían beneficiados con mayor tiempo libre en la semana.
Así, en una entrevista con medios, el diputado del Partido del Trabajo (PT) Pedro Vázquez González explicó que la principal ganancia de esta iniciativa sería un aumento en la calidad de vida de los trabajadores, debido a que factores como la cantidad de horas trabajadas al día, la duración de la jornada a lo largo de la semana y la forma en que se desempeñan estas labores inciden directamente en la salud mental y física.
“Iremos mejorando las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora mexicana”, explicó para el medio MVS.
Sin embargo, otras posturas consideran que el tema requiere una discusión más exhaustiva, pues encuentran consecuencias, particularmente para los empresarios. Es el caso del doctor en Estudios Legales Felipe Miguel Carrasco quien, en entrevista con medios especializados, destacó que una reducción de este tipo, si bien funciona en diferentes países, debe considerar las condiciones particulares de la conformación de las empresas en cada uno.
Así, el catedrático estima que una iniciativa como ésta debe cuidar no dejar que las empresas asuman el costo de las reducciones, pues esto “podría producir un encarecimiento de los productos o servicios que proporciona la empresa”.
Por ello, estima el experto, “es mejor una postura donde el Estado también contribuya económicamente y subsistan las fuentes de empleo”.
Aun está pendiente que la iniciativa sea aprobada por el Pleno de la Cámara de Diputados y, posteriormente, al Senado de la República para su discusión.
AM