Una de las fallas más visibles en las que incurrió el Insabi durante su corta vida fue el abastecimiento de medicamentos, entre cuyas causas están los recortes presupuestales para su adquisición.
El tratamiento del cáncer infantil fue uno de los más castigados por dicha falta de recursos, con un recorte de 97 por ciento para su atención durante el sexenio, y por lo tanto con un elevado desabasto de fármacos.
La organización México Evalúa determinó que, con la transición del Seguro Popular al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), el Gobierno no sólo destinó menos recursos por paciente, sino que también ha desmantelado el fondo que cubría enfermedades de alto costo, como el cáncer, y esto ha impactado en el abasto de insumos.
“Las personas más pobres del país salieron perdiendo con la transición del Seguro Popular. El Gobierno no sólo destina menos recursos por paciente, también ha desmantelado el fondo que cubría enfermedades de alto costo como el cáncer”, refiere un análisis, basado en una serie de entrevistas a médicos y especialistas en salud pública.
Quienes explican cómo “el desmantelamiento del Fonsabi (Fondo de Salud para el Bienestar) ha provocado un desabasto de insumos para atender enfermedades graves y largas listas de espera”.
Frente al sexenio pasado, el gasto del Fonsabi, orientado a atender las enfermedades catastróficas, cayó para todos los padecimientos.
El tratamiento más afectado fue el cáncer infantil, con un recorte de 450 millones de pesos (97 por ciento) frente al sexenio pasado, advirtió México Evalúa.
Al entrevistar a los especialistas en salud pública para explicar cómo el desmantelamiento del Fonsabi y transitarlo al Insabi ha provocado un desabasto de insumos para atender enfermedades graves y largas listas de espera, se indica que no ha habido ningún padecimiento que se haya salvado de los recortes presupuestales y, por ende, un desabasto.
Para Guadalupe Díaz Moreno, “el problema no sólo es grave”, es una forma de “matar a los niños”.
En el 2022 comenzó lo que ella llama su “viacrucis”, pues al enterarse de que su pequeño hijo, Diego, de nueve años, tenía leucemia, acudió a la asistencia pública, ya que refiere que “apenas vive al día y en este país hasta para enfermarse hay que tener dinero.
“Cada que tratamos de exigirle, el Gobierno dice que seamos pacientes; si ellos tuvieran un hijo así no esperarían, yo tengo que buscar formas de tener más recursos para tener el medicamento que no hay en Insabi”. La madre de Diego refirió, entre lágrimas, que hay días en que no sabe qué hacer. Ella es originaria de Puebla y, para que su hijo reciba tratamiento, debe desplazarse hasta la Ciudad de México, para que su pequeño sea atendido en el Hospital General Infantil.
Recientemente, varios médicos externaron su preocupación por el recorte porcentual más pronunciado en la atención del cáncer infantil.
“No es sorpresa que hayan aumentado los reportes de desabasto de quimioterapias para niños con cáncer”, coincidieron los expertos.