Jueces federales señalaron que seis de cada diez violaciones de menores se originan en la propia casa, lo que hizo que en 2021 más 8 mil personas menores de 17 años ingresaron a los nosocomios.
Por tal motivo, es necesario que haya denuncia y confianza en las autoridades, para combatir este flagelo. A través del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), señalaron la necesidad de juicios y procedimientos ágiles para no desgastar a víctimas y familiares pues
La magistrada Lorena Josefina Pérez Romo indicó que a pesar de que estos delitos aumentan, las víctimas y sus familiares no acuden a las autoridades porque no tienen confianza en ellas, situación que debe revertirse y, para ello, se debe promover la cultura de la denuncia y la confianza.
Agregó que los delitos contra niñas, niños y adolescentes no prescriben hasta que ellos alcanzan la mayoría de edad y subrayó la importancia de lograr, por la vía jurídica, la reparación del daño.
La magistrada Lorena Josefina Pérez Romo se pronunció a favor de promover la cultura de la denuncia, sobre todo, la confianza en las autoridades, además de propiciar que los juicios y procedimientos sean más ágiles para no desgastar a quienes buscan justicia.
Ello para disminuir la incidencia de abusos sexuales en contra de niñas, niños y adolescentes.
Al participar en las Mesas de Diálogo por los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, Pérez Romo subrayó la necesidad de hacer efectivo el acompañamiento institucional y evitar que las autoridades involucradas en los procesos revictimicen al menor y a su familia.
Sólo con estas acciones se podrá avanzar en el camino para lograr la no repetición de este tipo de violencia, señaló.
La magistrada, integrante del Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, mencionó que, de acuerdo al registro de lesiones emitido por la Secretaría de Salud, en 2021 más 8 mil personas menores de 17 años ingresaron a los nosocomios; en el 70 por ciento de los casos fueron familiares quienes llevaron a cabo estas conductas violentas y el 74.5 por ciento de los hechos ocurrió al interior de las viviendas en las que habitan.
Esto significa que, en casa, el lugar en el que niñas, niños y adolescentes deberían estar más seguros y protegidos, no les brinda esas garantías lo cual “nos alerta a todos como sociedad. A las niñas, niños y adolescentes no se les puede tocar. Hay que decirlo fuerte y claro: con la infancia no”, sostuvo.
Indicó que la violencia sexual infantil es todo acto o comportamiento sexual entre una niña, niño o adolescente y otra persona que ejerce sobre ellas y ellos un poder, valiéndose de la violencia física o psicológica, pero sobre todo de la extorsión, el chantaje y los engaños.
No es necesario que se invada el cuerpo de la persona menor de edad, sino únicamente que se le fuerce a llevar a cabo acciones como ver pornografía o haya ciberacoso.
DGC
