La directora de la DEA, Anne Milgram, aseguró que el Cártel de Sinaloa es más poderoso desde que “Los Chapitos” tomaron su control, incluso afirmó que son más sanguinarios que su padre, Joaquín Guzmán Loera.
En conferencia realizada este martes sostuvo: “Montamos un caso muy exitoso contra el Chapo, está en una prisión federal por el resto de sus días. Sus hijos tomaron el control y el cártel nunca ha sido más poderoso y nunca ha hecho más dinero. No podemos ir contra un solo punto, tenemos que atacar toda la cadena", detalló.
Los cárteles son cada vez más letales, considera la DEA
Milgram indicó que los cárteles en México han ido evolucionando y cada vez son más letales y despiadados, además que ahora se dedican al trasiego de fentanilo, considerado un veneno en Estados Unidos por la capacidad de adicción y muerte.
La funcionaria aseguró que la Casa Blanca identificó la presencia del grupo criminal en 40 países, además reiteró que en México se produce la droga para su traslado a otros países.
Señaló también que el Cártel de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación son los responsables de todo el fentanilo y metanfetaminas que se consumen en Estados Unidos, por lo que mantienen una estrategia para combatirlos con agentes especializados, analistas y científicos expertos en la deroga.
"Ahora estamos mapeando a los miembros de esos dos cárteles en todo el mundo. Los hemos identificado en más de 40 países del mundo y operan de manera diferente en cada país. Estamos atacando toda la cadena de abasto. Tenemos increíbles socios internacionales que nos pueden ayudar", agregó.
También buscan responsables en Estados Unidos
Precisó que si bien buscan a los abastecedores de los precursores para elaborar la droga, también lo hacen con los facilitadores en el vecino del norte.
"Es la primera vez que estamos haciendo esto. Tenemos que identificar cada parte de esa cadena de abasto", aseguró.
Sentenció que se compran precursores químicos de China, los embarcan a México, producen fentanilo a escala masiva, comprimen esas píldoras y luego las mandan a los Estados Unidos por aire, por mar y por redes sociales, para ponerlas en las manos de los americanos.