"Siempre pendiente, porque el gobierno es muy inteligente. Yo voy pa'l frente y atrás de mí se ve un manchón de gente. JGL traigo en las cachas orgullosamente", dice la letra de "Siempre pendientes", una colaboración del famoso Peso Pluma con Luis R. Conriquez, con quien también interpreta "El Gavilán", haciendo, de nueva cuenta, alusión a Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo".
Sea en canciones propias o en colaboraciones, la presencia del narcotráfico, del "echarse un toque", de la sexualización de la mujer, en las letras interpretadas por Peso Pluma, es inminente. Aunque no es de cuestionarse el éxito que tiene el intérprete mexicano, sí llama la atención que en un país en donde reina el narcotráfico, en donde en el 2020 más del 61 por ciento de los delitos relacionados con drogas son por narcomenudeo, se aplauda hacer apología del delito, como ya ha sido señalado no sólo él sino todos aquellos que endiosan a personajes como el propio Guzmán Loera.
Los datos duros están y lejos de las canciones y el éxito del intérprete, el narcotráfico es uno de los mayores problemas en la época moderna de nuestro país.
Datos duros, alejados del fanatismo por Peso Pluma
Las últimas semanas, se abrió un debate entre México y Estados Unidos, tomando en cuenta el aumento por las muertes por fentanilo en el país vecino del norte, y las acusaciones que hace la Administración de Control de Drogas, -la DEA por sus siglas en inglés- en contra de los llamados "Chapitos", hijos de Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo", por ser los principales responsables del tráfico de esta droga consumida por los ciudadanos estadounidenses.
Lejos de que el 77.27 por ciento de las canciones de Peso Pluma hablen de narcotráfico, de figuras como "El Chapo" Guzmán, de consumir drogas o del narcomenudeo, o de que sea el artista más escuchado de Spotify en México a partir del mes de marzo pasado, refiramos los porcentajes de las cifras que realmente deberían importar y a las que tendríamos que ponerles más atención.
De acuerdo a Juan Pablo Arredondo Reyes Retana, estratega digital con más de una década de experiencia, creador de #ElDatoDuro, el análisis a lo que hace Peso Pluma debería hacerse desde la perspectiva en la que vivimos en México, un país en donde reina el narcotráfico y en donde "el 85.27 por ciento de las personas imputadas 'por delitos vinculados al narcotráfico', son hombres y este mercado, para subsistir, necesita de 'otros negocios' aparte de la venta de drogas: trata de personas, esclavitud sexual de mujeres y de niñ@s, extorsión y cobro de piso".
El narco y la violencia, 'medios de ascenso social'
La narcocultura se ha vuelto un medio de apropiación en México, sobre todo por los jóvenes, quienes encuentran en ese estilo de vida "aspiracional" una forma de ser considerados como aquellos personajes de los que también se hablan no sólo en las series en las que se niega hacer apología del narcotráfico, sino también en canciones como las interpretadas por Peso Pluma y un sinfín de cantantes que desde hace décadas hablan de estos temas en sus líricas.
Arredondo indica que "el 76.97 por ciento de las personas con una adicción a 'drogas ilegales' en México son hombres, quienes consumen principalmente marihuana, cocaína y estimulantes tipo anfetamínico. Ellos también confirman 74.63 por ciento de la población adicta al cigarro y 59.15 por ciento adicta al alcohol".
Agrega también que en 75 de cada 100 casos "las canciones compuestas por hombres hacen apología del feminicidio, el acoso sexual y la violencia contra las mujeres. Cuando no hablan de eso, en 18.5 por ciento de las ocasiones cantan sobre drogas, mover drogas, consumir drogas o cárteles de drogas".
Apología del delito
La apología del delito, de acuerdo a la UNAM, es un delito sancionado penalmente en México y se define a la apología "como la exposición, ante una concurrencia de personas o por cualquier medio de difusión, de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor".
Aunque, se insiste, en que no se cuestiona el éxito de Peso Pluma alrededor de lo que hace, sí es necesario cuestionarse la realización de este tipo de contenido en un país en el que, principalmente a los jóvenes, les atraen las representaciones que se hacen del poder en el mundo narco ya que, desde su perspectiva, "a través de este recurso es posible tener de manera rápida dinero, lujos y personas a su disposición; pero sobre todo, permite ser visibles y alcanzar una posición social dominante. Por ello los narcocorridos y narcoseries pueden llegar a alentar el ingreso o a permanecer en el narcotráfico a jóvenes que desean salir de la marginación". Atención tendríamos que poner en el consumo tomando en cuenta, siempre, el contexto social.