Carlos Mayorga, director del colectivo Ángeles Mensajeros, pastor y activista, dijo a La Razón que, a tres días de que expire el Título 42, la llegada de migrantes a la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, Chihuahua, está “imparable”.
“Es una de las crisis migratorias más severas que nosotros recordemos como colectivo; miles de personas siguen llegando, de todas partes del sur del continente, pero ese no es el problema; el problema es el engaño que muchos de ellos viven, ellos creen que el día 11 podrán cruzar la frontera como han soñado, pero es algo idílico”, manifestó.
Mayorga refirió que, aunque en días pasados ya se notaba un flujo considerable de migrantes, ahora todo está desbordado y ya son varios campamentos que se han instalado, en espera de ser procesados por los agentes de la Patrulla Fronteriza del sector El Paso.
Será el próximo 11 de mayo, a las 11:59 de la noche, cuando terminará el Título 42 —que permitía la expulsión inmediata de migrantes debido a la emergencia sanitaria— y comenzará para todas las nacionalidades la aplicación del Título 8, que incluso rigoriza las expulsiones.
El Título 42 es una de las restricciones fronterizas entre México y Estados Unidos implementadas para evitar la propagación de Covid-19. Bajo esta medida de salud pública, Estados Unidos expulsa a las personas hacia México o a sus países de origen sin necesidad de algún juicio.
En tanto que el Título 8 es “una vieja norma para frenar el creciente flujo migratorio. El llamado Título 8 no es algo nuevo, sino que está comprendido en las leyes vigentes de inmigración de Estados Unidos y ahora se implementaría en función de frenar el creciente flujo en la frontera sur”, dijo Mayorga.
El domingo pasado, unas 800 personas permanecían bajo el sol, en casas de campaña, en la puerta ubicada en el marcador fronterizo número 40, mientras que, a pocos metros, otros 300 migrantes estaban formados junto a la puerta 42, esperando ser recibidos en Estados Unidos.
En ambos lados de la frontera entre México y el país vecino, las autoridades se preparan para lo que han llamado uno de los éxodos migratorios más grandes en la historia de estas naciones.
“La gente cree que es poco, pero es impresionante cuántos venimos de tantos lados. A nosotros nos han ayudado mucho las personas de la iglesia, a resistir en estos días, pero ya no queremos estar en México, venimos de otros lugares tan lejos no para estar peor, sino para brincar y poder estar mejor”, dijo a La Razón Edson Jonathan Ríos, oriundo de Belice.
John Martin, subdirector del Centro de Oportunidades para Personas sin Hogar en El Paso, Texas, refirió que no importa qué tan preparadas puedan estar las autoridades para este proceso en el que se da fin a una era de restricción.
“Esperemos que esto no desate episodios de violencia o de resistencia en la que se tenga que llegar al uso de la fuerza, es un problema para el que se debieron crear estrategias de apoyo. Lo único que queremos es que no ocurran sucesos que podamos lamentar”, dijo.
Agregó que funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ya han registrado un aumento considerable de migrantes en la frontera antes de la expiración del Título 42.