El Servicio Sismológico Nacional (SSN) señaló que entre las causas de los sismos registrados en la Cuenca de México se encuentra la reactivación de antiguas fallas, pero también los hundimientos del Valle de México.
En un reporte emitido con motivo del temblor de magnitud 3.0 que sacudió la capital del país ayer a las 22:20 horas, explicó que el hundimiento de la zona podría derivar en tensiones que, aunque no son la causa directa, sí podría “disparar” el movimiento.
Detalló que hasta las 11:00 horas de este jueves se han registrado otros 13 eventos con magnitud entre 1.0 y 2.3 en la misma zona.
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Además, recordó que ante este tipo de temblores no se activa la alerta sísmica porque el tiempo que transcurre entre el origen de la sismicidad y la propagación de las ondas cuando se dan en la Ciudad de México es corto y no permite que el sistema detecte las ondas antes de su llegada.
“Si bien la magnitud del sismo fue baja, este fue percibido en varias zonas de la Ciudad de México debido a la cercanía del epicentro y a la poca profundidad del mismo. Es importante recordar que cuanto más cercanos estamos al epicentro, las ondas sísmicas se atenúan menos y la intensidad del sismo aumenta, lo cual fue el caso de este evento”, señaló.
Aunque la actividad sísmica de la Cuenca de México es poco numerosa y de baja magnitud, refirió el Sismológico, sí se llegan a registrar varios movimientos al año, principalmente en los márgenes de dicha región.
“La Cuenca de México tiene una geología y tectónica compleja, por lo cual no es de extrañarse la ocurrencia de sismos de pequeñas magnitudes en la zona”, señaló.
JVR