Resultan impresionantes las imágenes. Para los mortales, dicen por ahí, una de nuestras casas es apenas un espacio comparado al de un mausoleo de los que los narcotraficantes mandan a construir para que reposen los restos de sus familiares más queridos o, en su defecto, para que ellos mismos descansen.
Lo vimos en casos muy específicos, como el de Héctor "El Güero" Palma, pues cuando su esposa e hijos fueron cruelmente asesinados, mandó edificar un impresionante mausoleo en Jardines del Humaya, un panteón ubicado en Culiacán, Sinaloa, en donde se encuentran los restos de narcotraficantes peligrosos en México, de la talla de Arturo Beltrán Leyva.
La muerte reposa en un lujoso lugar
Jardines del Humaya es un panteón que fue inaugurado en 1969 con un solo objetivo: ser el lujoso lugar de descanso de los restos de la clase media alta de Culiacán, Sinaloa. Según diversos medios de comunicación, en ese cementerio se encontraban personalidades del mundo de la política, funcionarios públicos, ya sean ellos o sus familiares.
Lo que no se esperaba era el giro que dio su situación al llegar el narcotráfico a hacerlo un lugar, sí de lujo, pero más ostentoso aún, al construir mausoleos monumentales para que descansaran los restos de sus familiares, o los de ellos mismos cuando el destino los alcanzara.
Hay incluso gente, dicen que en su mayoría son taxistas, que organizan los llamados "narcotours" en donde se les dice a los visitantes quiénes reposan en esas onerosas tumbas. ¿El precio? Cerca de 20 dólares.
Desde mausoleos hasta tumbas con líneas telefónicas
Equipo de audio, aire acondicionado, líneas telefónicas, rosarios o bancas de oro, hasta patios para reuniones. Todo eso cuentan los mausoleos construidos para que personajes como Arturo Guzmán Loera, "El Pollo", hermano de Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo", descansen en este sitio.
Por ejemplo, la tumba en donde está sepultado, cuenta con cinco edificios, destinados para miembros de la familia del narcotraficante de Badiraguato. Cuenta con aire acondicionado, baños con acabados de lujo y vigilancia las 24 horas.
La de Arturo Beltrán Leyva, según medios como El Heraldo de México, es una de las más lujosas del mundo y también, de las más caras. Su valor es de cerca de 650 mil dólares, tiene wifi, televisión satelital, varias habitaciones, hasta una cocina.
Aunque es una práctica que se normaliza, pero que igual se condena, muchos habitantes llegan a colocar cerveza, botellas de licor, rosarios de oro, para decorar estas tumbas, en muestra de la admiración que sienten por esos narcotraficantes que en muchas de esas localidades se siguen exaltando.
