Tal como lo advirtió desde la semana pasada, la Sección XXII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) volvió a tomar las calles de la capital de Oaxaca e inició el paro de 48 horas.
Tras declarar como nulas las respuestas dadas por gobierno estatal a su pliego petitorio, el magisterio de aquella entidad acordó reactivar las acciones para presionar a que se cumplan sus exigencias.
Entre éstas, insistieron en que la Dirección General de Educación Indígena no se saque de la Secretaría de Educación Pública al Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, como lo propuso el Presidente de la República en una iniciativa enviada a la Cámara de Diputados y sobre la cual, Morena ya se comprometió a modificar.
Instalan mesa de trabajo
Al inicio de la movilización de este lunes, Yenny Pérez, líder de la Sección XXII, anunció la instalación de una mesa de trabajo entre el magisterio y el gobierno del estado, para buscar solución a dos demandas principales a nivel estatal.
La primera de ellas es la anulación del decreto de 2015 y el reconocimiento de un plan local para conseguir la “transformación” de la educación en el estado.
“Con 43 años de lucha, hoy, nuevamente, se les manda el mensaje claro y contundente al gobierno estatal y al federal que este movimiento democrático de la Sección 22 está más fuerte y vivo que nunca. Y queda claro también que gobierne quien gobierne, los derechos se defienden”.
Al llegar al Zócalo de la ciudad de Oaxaca, los integrantes de la CNTE se instalaron mientras una comisión ingresó con autoridades locales para buscar la negociación.
En caso de que no se llegue a ningún acuerdo, el magisterio advirtió que instalará un plantón y anunció que en los primeros días del próximo mes definirá si emprenderá un paro definitivo.
JVR
