Grupo México (GM) y el Gobierno federal alcanzaron ayer un acuerdo para resolver las diferencias sobre la ocupación de tramos ferroviarios de la empresa Ferrosur, cuya concesión buscan cancelar las autoridades.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) confirmó a este medio que, a través del diálogo conciliatorio entre Ferrosur, de Grupo México, y el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se alcanzó el acuerdo en el cual la empresa aceptó una cifra resarcitoria estimada en siete mil millones de pesos, por la ocupación temporal de las vías férreas.
En un inicio, Ferrosur había solicitado al Gobierno federal un pago de nueve mil 500 millones de pesos, pero después de las negociaciones, el monto se ajustó hasta en 25 por ciento menos.
De acuerdo con la fuente empresarial, próxima a la negociación, los detalles del acuerdo serán dados a conocer este miércoles durante la conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El viernes pasado, el Gobierno federal ocupó los tramos de las líneas Z, ZA y FA, que corren de Medias Aguas a Coatzacoalcos, de Hibueras a Minatitlán y de El Chapo a Coatzacoalcos, respectivamente. Todos ellos pertenecían a Grupo México Transportes (GMXT).
A través de un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, el Gobierno federal ordenó la ocupación temporal de vías de Ferrosur, empresa propiedad de Germán Larrea.
El decreto justificó la toma de las instalaciones ferroviarias, con el argumento de que se trata de infraestructura de interés público y de seguridad nacional.
Ese día, personal de la Secretaría de Marina tomó el control de las instalaciones concesionadas a Ferrosur.
En la negociación de ayer habrían estado presentes el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; el asesor externo de la Presidencia de la República, Alfonso Romo, y otros funcionarios públicos.
El propio Alfonso Romo manifestó horas antes su confianza en que se podría alcanzar un acuerdo, cuando salió de Palacio Nacional este martes por la mañana, tras sostener un encuentro con el Presidente.
“Gracias a Dios que todo se debe arreglar y todo se va a arreglar… Todo se tiene que arreglar, al final todo se arregla”, señaló insistente el empresario regiomontano.
Romo Garza, quien ha ejercido sus oficios como enlace entre el sector privado y el Gobierno en otros momentos cruciales de interés económico para la administración federal, había señalado que “hay buena voluntad” de ambas partes, por lo que en breve habría buenas noticias.
“No soy abogado, pero te digo, es que hay muy buena voluntad de todas las partes para arreglarlo, de lo que yo sé, que sé poco”, dijo en una breve entrevista a su salida de Palacio Nacional.
Agregó que, a pesar de las diferencias manifiestas, “todo se tiene que arreglar, al final todo se arregla”.
A raíz de las diferencias entre ambas partes, los títulos de Grupo México cayeron de 83.77 a 77.70 durante las últimas tres jornadas bursátiles.
Esto significó una pérdida para los inversionistas de casi 47 mil 255 millones de pesos, que actualmente cuentan con una capitalización de 604 mil 895 millones de pesos.
López Obrador no descarta la compra de Citibanamex
El Gobierno federal señaló la posibilidad de buscar, a través de una asociación público privada (APP), la adquisición de Citibanamex, en caso de que Grupo México, encabezado por el empresario Germán Larrea, no lo compre.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador subrayó, sin embargo, que Larrea continúa en la puja por obtener el control del banco.
“Yo hasta me alegré porque dije: ‘Bueno, si ya no lo va a comprar él, pues hay la posibilidad de crear una asociación público-privada”, señaló López Obrador, luego de que circulara un rumor en redes sociales sobre el retiro del empresario de las negociaciones.
Cuestionado sobre si se entraría en la negociación para comprar Citibanamex, el Presidente consideró que representa un negocio de grandes ganancias, sobre todo porque el principal cliente sería el Gobierno.
Agregó que las negociaciones con Grupo México continúan, tanto para que adquiera el porcentaje mayoritario de Citibanamex, como para que entregue la concesión de una parte de vías adjudicadas a Ferrosur y, dijo, no se trata de un asunto personal.
En este sentido, reiteró que su Gobierno no está expropiando, sino rescatando una concesión, pero sus opositores hacen un escándalo, indicó.
“Como tenemos la diferencia con el Grupo México porque estamos rescatando una parte de su concesión en el Istmo, que nosotros consideramos que es estratégico el Istmo, entonces tomamos esa decisión e hicieron todo un escándalo y se rasgaron las vestiduras: ‘¡Y la expropiación!’ ‘¡Y un atentado a la propiedad privada!’ ‘¡Y ahora sí ya apareció la verdadera política!’”, denunció López Obrador.
Agregó que la mayoría de las expropiaciones son en convenio con los afectados, pero en el caso de Ferrosur, lo plantearon como violaciones al Estado de derecho.
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Leo
