El policonsumo o multiconsumo de sustancias psicoactivas constituye un fenómeno de riesgo para la salud física y mental de la juventud, que puede llevar a la muerte, afirmó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell-Ramírez.
La Encodat 2011 y 2016 señalan que 60 por ciento de hombres y mujeres usuarias de sustancias psicoactivas de alto impacto tenían antecedente de consumo de marihuana.
Gatell, alertó también sobre la importancia de evitar la normalización de la narrativa que sostiene que el consumo de drogas entre jóvenes es algo aceptable. A este respecto, resultados de la Encuesta Nacional de Consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (Encondat) de 2016 muestran que 11 por ciento de las amistades de adolescentes de 12 a 17 años veían como normal el uso de sustancias; en tanto, la familia representa una barrera de contención, debido a que sólo uno por ciento lo ve aceptable.
El multiconsumo puede (o no) ser voluntario
El subsecretario López-Gatell Ramírez sostuvo que el policonsumo puede darse de manera voluntaria o involuntaria, por adulteración por parte de un tercero o por contaminación accidental; las drogas pueden venir en presentaciones como polvo, gotas, cápsulas, tabletas o papel impregnado.
Las drogas sintéticas o químicas, como éxtasis, metanfetaminas, heroína o LSD, tienen mucho más impacto por su alta capacidad adictiva y mayor intensidad de sus efectos farmacológicos, psicológicos y neurológicos.
Su uso de forma no combinada implica alucinaciones, daño a múltiples órganos, aumento de la frecuencia cardiaca, somnolencia y estados de depresión respiratoria que pueden causar la muerte. La mezcla de dos o más eleva de manera significativa estos riesgos.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud subrayó que el consumo drogas está relacionado con la salud mental, que se manifiesta con vacíos y problemas emocionales debido a la no aceptación, trato violento verbal o físico en el seno familiar o comunitario.
¿Qué hacer para prevenir las adicciones?
En este sentido, los elementos cruciales para prevenir las adicciones son crianza cariñosa, amor, cercanía, reconocimiento y apoyo emocional hacia niñas, niños y, sobre todo, la juventud, ya que en esta etapa la persona es “extremadamente sensible, hay que llegar a ella sin violencia y con afecto”, subrayó.
Puntualizó que es indispensable la comunicación con las y los adolescentes de forma respetuosa, abierta, incluyente y desprejuiciada: “Padres y madres de familia tenemos que hacer un esfuerzo adicional por cambiar el modelo cultural y educativo, y entender que estamos sembrando la semilla de una nueva generación saludable en todos los aspectos”.
Otro elemento preventivo, añadió, son los límites de respeto, inclusión y concientización; jamás de violencia, represión o vulneración de la identidad o estado emocional de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.