La producción de azúcar en México recibió un duro revés por la sequía, que afectó cultivos y rendimiento de la cosecha, que tiró 15 por ciento la zafra en el actual ciclo; mientras que el costo del producto ya empezó a elevarse en supermercados y algunos mercados.
De acuerdo con datos del Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caa (Conadescua), una comisión que reúne a productores de caña e ingenios y autoridades, se calculaba 5.43 millones de toneladas para el ciclo 2022-2023, pero se produjeron 5.22 millones.
La cifra es también muy inferior a lo logrado en la zafra del año anterior, cuando se produjeron 6.164 millones de toneladas del edulcorante.
Al respecto, el líder de la Unión Nacional de Cañeros (UNC), aseguró que el principal factor en contra es la sequía.
“La próxima zafra esperamos una mejora moderada en la productividad. Con una buena temporada de lluvias podríamos retornar a producción de azúcar por encima de los seis millones de toneladas”, dijo.
De acuerdo a ambas organizaciones, lo recolectado en este ciclo se acerca al de 2019, cuando se registró el rendimiento más bajo en los últimos 10 ciclos, con una producción de 5.28 millones de toneladas.
Juan Carlos Anaya Castellanos, director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), explicó a La Razón que a la sequía se le suma el aumento en el costo de los fertilizantes y la exportación que realiza Estados Unidos.
“Esto ha derivado que, en los últimos meses y semanas, se haya visto un incremento importante en el azúcar al mayoreo y medio mayoreo, y un impacto al consumidor”.
Según el experto, el sector donde más pegará el alza del azúcar es en el industrial de consumo, esto es, en los refrescos, primeramente, ya que México es de los primeros lugares en el mundo que beben estos líquidos, además de la industria panificadora y en el hogar, pues al comprar un kilo del producto ya pega en el bolsillo, aparte de los productos no calóricos, como splenda y stevia que han ido agarrando mayor participación en la industria de endulcorantes.
“Uno de los productos que sacó el Banco de México en la primera quincena de junio y desde el mes de mayo es el azúcar, precisamente por esa problemática”, agregó.
Por lo pronto, el kilo de azúcar morena en supermercados ya empezó a sufrir cambios, al escalar de 22.50 a 28 pesos; pocas semanas después volvió a subir por arriba de los 40 pesos, es decir, en poco más de un mes su costo se elevó 84 por ciento.
En las Centrales de Abasto, el promedio al mayoreo y medio mayoreo registró un alza por bulto de 50 kilogramos, pues mientras en mayo el promedio fue de mil 376.85 pesos, en lo que va de junio es de mil 486, es decir, casi 8 por ciento más.
El impacto al bolsillo del consumidor ya se resiente. La señora Refugio resintió el aumento en el costo del insumo, pues pasó de comprar semanal a quincenalmente por el mismo aumento, debido a que es un golpe a su bolsillo.
“Antes compraba el azúcar en 22 pesos el kilo, después la encontré a 28 y de ahí llegó a más de 40 pesos, es muy cara, mi economía ya no me permite comprarla tanto, antes compraba un kilo cada semana, ahora ya cada 15 días. El refresco también subió, estaba a 28 pesos, ahora lo encontré en 30”, dijo.
Ana Fregoso, quien hace sus compras cada 15 días en supermercados, dijo que notó un aumento en el precio del azúcar de al menos nueve pesos en el último mes, debido a que normalmente a bolsa de un kilo cuesta 30 pesos, pero subió hasta 39, por lo que limitó el consumo de su familia a este insumo para que les alcance en el café, agua o licuados para sus hijas.