Después de más de 40 años regresó un Presidente de la República a la ex hacienda de “La Coyotada” de San Juan del Río, Durango, donde nació el general José Doroteo Arango Arámbula, conocido como Francisco Villa.
El presidente Andrés Manuel López Obrador conmemoró el Centenario Luctuoso de Pancho Villa, acompañado del gobernador priista Esteban Villegas; las secretarias de Gobernación, Luisa María Alcalde, y de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez; los titulares de Defensa, Luis Cresencio Sandoval; de Marina, Rafael Ojeda, y el historiador Pedro Salmerón.
En su discurso, Esteban Villegas convocó a los gobiernos de los tres niveles, empresarios y sociedad a trabajar en unidad para defender a México de cualquiera que busque menospreciarlo o dañarlo, así como fortalecer el legado de Villa para alcanzar la justicia social y combatir las grandes desigualdades.
"Trabajemos en unidad, la sociedad duranguense, los empresarios, los gobiernos municipales, el gobierno estatal y el Gobierno federal para posicionar a México como líder emergente mundial. Nuestro momento es ahora, debemos aprovecharlo porque las oportunidades no se presentan todos los días", afirmó.
Francisco Villa 'un genio militar con dotes de líder'
Por su parte, el historiador Pedro Salmerón reapareció en los eventos públicos del presidente López Obrador tras haber sido rechazado como embajador de México en Panamá, quien fue el encargado de realizar una reseña de la vida y obra del general Francisco Villa.
Expuso que era considerado un “Robin Hood” de la sierra de Durango y luego de la sierra de Chihuahua, quien no quiso convertirse en yuntero ni esclavo, que al final lo llevó a ser revolucionario en 1910.
"Fue un genio militar con dotes de líder (…) Nunca traicionó, nunca acordó, nunca aceptó nada que afectara los intereses de la patria", subrayó Salmerón Sangines.
En el acto conmemorativo, el presidente López Obrador entregó al secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, un revólver que perteneció a Francisco I. Madero, el cual supuestamente fue entregado al general Villa y se encontraba en la República de Cuba, mismo que fue donado por Juan Manuel Estebanes.
El arma será reintegrada al patrimonio cultural de la nación y quedará bajo resguardo de la Sedena en el Museo Histórico de la Revolución, ubicado en la capital de Chihuahua.
DAN