El debate sobre los nuevos libros de texto ha llevado a que ciudadanos se confronten mediante peticiones digitales que ya superan las 200 mil firmas recolectadas en suma, para exigir la distribución o no de los materiales.
Durante el último mes se han presentado 11 peticiones por medio de la plataforma Change.org, de las cuales seis son para pronunciarse a favor de los nuevos contenidos y que alcanzan los 18 mil 99 respaldos.
De éstas, una hace un llamado directo al gobierno de Aguascalientes para que no se oponga a la entrega de los libros, pues acusan que con esto se busca “frenar una educación crítica, solidaria y adecuada para las niñas y niños en México”.
“No se trata de sí se está a favor o no del actual Gobierno federal. No se trata de si los libros presentan errores o no. No se trata de si algunos contenidos de sexualidad y diversidad satisfacen o no a sectores conservadores de la sociedad… La razón es simple: [los gobiernos locales] no tienen otros libros (y si los tuviera los vendería) y cientos de miles de padres no tienen dinero para comprar otros”, se expresa en la solicitud respaldada por cuatro mil 280 personas hasta hoy.
Las demás peticiones manifiestan respaldo al nuevo proyecto y una más, exige la destitución del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar, a quien fue turnada la controversia constitucional presentada por el Gobierno de Chihuahua, al que concedió una suspensión provisional para detener la distribución.
Peticiones para frenar materiales superan a las que van en favor
En contraste, las solicitudes que exigen no entregar los materiales juntan más firmas, 194 mil 820 en suma, a pesar de ser menos peticiones, sólo cinco.
La más respaldada hasta el momento es la lanzada por la investigadora del Cinvestav, Alma Maldonado, que ya alcanza las 189 mil 820 firmas.
En ésta, advierte sobre un riesgo para el futuro de la niñez ante la sustitución de las asignaturas por campos formativos, con lo que ya no habrá clases específicas para matemáticas, español y otras disciplinas.
Otras razones detrás del resto de peticiones para oponerse a los libros es un supuesto “adoctrinamiento”.
AM