El Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el rescate y la “nacionalización” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que fue privatizado, dejado en ruinas y saqueado por completo por los gobiernos anteriores, para brindar un servicio de calidad a los servidores públicos federales.
“Dejar un ISSSTE mejor, saneado y se garanticen buenos servicios a quienes son parte del gobierno o trabajadores al servicio del Estado, maestros, oficinistas, de mucha gente, más de tres millones de servidores públicos; entonces estamos levantando este sistema de salud”, afirmó en la conferencia de prensa mañanera.
Reconoció que es un proceso que está costando mucho trabajo devolver “lo público a lo público”, pues se necesita integrar los servicios porque el instituto “estaba privatizado por cachitos”.
En ese sentido, lamentó la situación en que se encontró al ISSSTE, saqueado por mucho tiempo por políticos corruptos, de cómo se dedicaron a robar al organismo como a otras instituciones, pero esta era la institución de salud más destruida, la pulverizaron, entregaron, subrogaron todos los servicios.
Detalló que se trata de que el ISSSTE cuente con sus propios equipos e infraestructura, ya que actualmente casi todo está contratado a empresas particulares, “hasta las ambulancias, las camillas, y quienes prestaban esos servicios, todos vinculados con funcionaros o con traficantes de influencias, una gran corrupción”.
El primer mandatario refirió que la salud no es un privilegio sino un derecho y el Estado está obligado a garantizar la atención médica gratuita y de calidad. Por ello, aseguró que antes de concluir su mandato en septiembre del 2024, México tendrá el mejor sistema de salud pública del mundo.
Mencionó que su gobierno “enfrentó la peste de la corrupción, la pandemia más terrible, y luego la pandemia del COVID-19”.
En tanto, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez remarcó que desde hace 12 años no se compraba equipo médico básico y especializado, hubo un desmantelamiento intencional de la plantilla de médicos y enfermeras.
“Estamos trabajando para que vuelva a ser la institución de antaño. Lo vamos a lograr”, advirtió tras asegurar que la “privatización silenciosa” en el ISSSTE, lo dejó sin capacidad ni autonomía.
El titular del ISSSTE, Pedro Zenteno, destacó que en esta etapa de “nacionalización” del instituto se verán beneficiados 14 millones de derechohabientes, que durante los últimos años padecieron de infraestructura obsoleta y rebasada; más de 40 años sin la construcción de hospitales regionales.
Expuso que se plantea el fortalecimiento de las clínicas de medicina familiar, así como de la contratación de médicos especialistas; una nueva cultura laboral fincada en la mística de servicio y amor al prójimo.
Aunado a lo anterior, apuntó Zenteno Santaella, han sido comprados más de 100 mil piezas de equipos nuevos; inversión en equipamiento en guarderías; habrá seis nuevos inmuebles de salud, uno en Torreón, Coahuila, con el plus de tratamiento oncológico.
Otro más en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, y en Acapulco, Guerrero, con el propósito de beneficiar a un millón 600 mil derechohabientes, que sumando a sus familiares la cifra total son 6.1 millones de personas con esos seis hospitales programados para su construcción.
El director del ISSSTE añadió que también habrá un hospital en Tampico, Tamaulipas, y otro en Palenque, Chiapas.
FGR