El proceso interno del Frente Amplio por México no fue una simulación, sino que sólo adelantó el resultado que ya se sabía para evitar la intromisión de Morena en la consulta ciudadana que se preveía el 3 de septiembre a nivel nacional.
En entrevista con La Razón, Ulises Corona, politólogo de la UNAM, explicó que la oposición jugó una estrategia y se corrige el riesgo, de que los de Morena se pudieran infiltrar y votar en favor de una candidata, lo que podría haber hasta descarrilado el proceso.
“Sí se podía descarrilar el proceso votando o apoyando en uno u otro sentido, pues lo que hace la oposición es evitar correr riesgos de infiltración de Morena en el proceso, por eso, lo visualizaron y cedieron el pase de manera directa para evitar ese riesgo. Detectaron que hay muchas firmas o votantes apócrifos, por eso es una salida acertada”, aseveró.
El experto detalló que lo más importante es que hubo capacidad de cierre de filas, lo que demuestra cohesión e identidad.
Mientras que Francisco Jiménez Ruíz, politólogo de la máxima casa de estudios, coincidió en que no hubo simulación, pues se abrió la convocatoria a la ciudadanía, aparte de que la competencia fue muy dura para los aspirantes; sin embargo, se tuvieron que adaptar a las circunstancias, pues había un peligro de que la estructura de Morena influyera en el proceso.
Señaló que el triunfo de Xóchitl Gálvez “ya estaba cantado”, porque era muy distante la diferencia entre ambas.
El experto mencionó que con la figura de Gálvez hay una posibilidad de ganar 2024, aunque aclaró que todavía es muy difícil porque las preferencias son para los guindas, aunque dijo que va subiendo en las preferencias de la gente, que puede ser también un comienzo de algo mayor.
“Aún hay desigualdades entre ambas coaliciones, pero Xóchitl Gálvez es un salvavidas para la oposición y abre la puerta a construir un proceso contra Morena (...) las fuerzas en el Congreso se van a equilibrar”, dijo.