Respuesta gubernamental sólo es de contención, lamentan

Activistas ven nueva ola de indocumentados peor que con caravanas en el 2019

Señalan que el problema no es de tener más albergues, sino contar con una política real de apoyo y regularización; nacionalidades cada vez son más diversas, dicen

Extranjeros participan en la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, ayer.
Extranjeros participan en la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, ayer. Foto: Cuartoscuro

La llegada masiva de migrantes desde Centro y Sudamérica ya representa una nueva “ola migrante” en el país, que puede ser igual o peor que la de años pasados, cuando se movían varias caravanas, y para la cual la respuesta gubernamental es sólo de contención, aseguraron expertos en el tema.

En entrevista con La Razón, Gabriela Hernández, directora del albergue Casa Tochan en la Ciudad de México, aseguró que ha sido tanta la cantidad de personas que ha llegado en la última semana, que se ha visto en la necesidad de instalar una carpa fuera del lugar, además de trasladar a otros refugios a quienes ya no caben.

Denunció que mientras la gente sigue entrando, el Gobierno federal sigue “dormido” porque, en vez de entregar documentos, sólo sigue reforzando la contención y persecución de la gente que está huyendo por necesidad.

“Yo pienso que comenzamos a estar peor que años pasados. Nosotros tuvimos que poner una carpa afuera del albergue porque ya no cabíamos, pero al ponerla, llegó aún más gente, lo que rebasó todas nuestras expectativas. Ven una oportunidad de protección y la aprovechan. Tengo 120 personas hospedadas y tuvimos que enviar a 230 mujeres a otros sitios, ya que la situación fue insostenible”, explicó.

Dijo que el 2023 va a rebasar todas las cifras y aseguró que el problema ya no es de tener más albergues, sino de contar con una política real de apoyo y regularización, pues mientras cierran el paso de los trenes en el norte, ahora las autoridades de Migración comenzarán a atraparlos para deportarlos.

Con Gabriela Hernández coincidió Beatriz Fuentes, del albergue Casa Fuentes, quien detalló que la situación en México “es más aterradora” que en el pasado, ya que se están viendo llegadas y cruces masivos desde el sur del país, incluso más que cuando llegaron las caravanas en el 2019.

Yo pienso que comenzamos a estar peor que años pasados. Nosotros tuvimos que poner una carpa afuera del albergue porque ya no cabíamos, pero al ponerla, llegó aún más gente, lo que rebasó todas nuestras expectativas
Gabriela Hernández, Directora del albergue Casa Tochan

“Estamos peor que nunca y más con las autoridades que recortaron todo, pues no hay recursos, no hay albergues, no hay espacio y no hay comida, entre muchas cosas más. Hay muchos migrantes varados por la falta de atención en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, hay más detenciones y comienzan a llegar cada vez grupos más grandes”, advirtió.

Mencionó que los migrantes narran que hay muchas personas varadas entre Colombia y México que se están trasladando, pues aseguró que el país va “a una crisis como nunca se ha visto”, ya que las autoridades están negando garantizar los derechos humanos de las personas perseguidas.

Dijo que se viene una nueva etapa de contención por parte del Instituto Nacional de Migración (INM), pues a pesar de que van a atrapar a cientos, son miles los que llegan en los trenes “y a ellos nadie los va a detener, pues no hay suficiente personal para eso”.

Además, aseveró que todos los migrantes se están concentrando en la Ciudad de México y, por ello, están a su máxima capacidad y muchos viviendo en las calles.

La activista dijo que las nacionalidades cada vez son más diversas, pues hace un mes tuvo a 30 afganos y ya le pidieron alojamiento otras 24; por ello, dijo que, en la nueva ola migrante, los grandes perdedores también serán los albergues.

José María García, director del albergue Juventud 2000 en Tijuana, Baja California, aseguró que el país “sí está atravesando una nueva ola migrante”, debido a que la cantidad de gente comienza a rebasar lo de años pasados, además de que antes eran sólo adultos, pero ya se ven en movilidad muchas familias enteras.

“Hemos visto que han llegado familias y que se separan en el trayecto, y agarran a uno y lo deportan, mientras que los demás se quedan en México; hemos tenido casos así en el albergue. Además, han llegado personas accidentadas que pasan muchas cosas en el camino y que sólo quieren un refugio. Pensamos que estamos en una nueva ola migrante que ya no se va a parar y que va a rebasar al 2022”, dijo.

Reprochó que, ante el problema, las autoridades sólo buscan reforzar la contención en centrales camioneras, trenes y en las carreteras del país, pues si bien hay otras personas a quién detener, lo hacen con quien sólo busca una nueva oportunidad para empezar de nuevo.

Señaló que los estados del norte están sumamente rebasados por la cantidad de personas que se encuentran a la espera de cruzar hacia Estados Unidos, pero como no logran hacerlo y se van quedando en el país, sin una oportunidad para lograr tener un trabajo o siquiera a regularizarse.