En el proceso para renovar la Rectoría de la UNAM “no hay un piso totalmente parejo” para las y los que aspiran al cargo, entre quienes hay algunos con mayores “facilidades” para promover sus candidaturas, señaló el doctor en Ciencias Sociales y aspirante a rector, Héctor Hernández Bringas, quien aseguró que, a pesar de todo, confía plenamente en el trabajo que realiza la Junta de Gobierno para designar a quien será rector de la máxima casa de estudios los próximos años.
“En este proceso no hay un piso totalmente parejo, porque hay muchos aspirantes que forman parte del staff del rector o tienen cargos de alta dirección dentro de la Universidad.
“Eso hace que puedan tener un camino mucho más fácil, mayor acceso a directores, a condiciones para promover sus candidaturas, para poder expresar sus ideas y, sin duda, serán auditorios llenos y con aparentes grandes apoyos. Esto no lo podemos hacer quienes no tenemos cargos de dirección en la Universidad en este momento”, dijo en entrevista con La Razón.
Para el exdirector de Información en Salud de la Secretaría de Salud en el sexenio pasado, es la segunda búsqueda por conseguir el cargo, tras haberlo intentado en el 2015, cuando la designación fue para el actual rector Enrique Graue.
Hoy se dice convencido de poder lograrlo con un proyecto universitario “viable” y que parte de haber tenido la posibilidad de ver a la UNAM desde distintos ángulos, como estudiante desde CCH hasta la licenciatura, profesor, investigador y también funcionario y miembro del Consejo Universitario.
Tengo un perfil completo para poder participar. Soy un candidato independiente, no pertenezco a ningún grupo y creo que solamente mi actuación se orientaría por el fortalecimiento y bien de la UniversidadHéctor Hernández Bringas, Aspirante a rector de la UNAM
“Tengo un perfil completo. Soy un candidato independiente, no pertenezco a ningún grupo y creo que sólo mi actuación se orientaría por el fortalecimiento y bien de la Universidad”, subrayó.
Para el doctor, uno de los puntos torales en su propuesta tiene que ver con la gobernabilidad de la institución, la superación de desafíos, que haya mayor equidad al interior, mayor seguridad y que se renueven las formas de gobierno.
“En materia de inequidades, los profesores de asignatura viven una condición bastante injusta en términos salariales. El plan que presento ante la Junta de Gobierno toca todos los ámbitos de la vida universitaria, pero mis puntos centrales tienen que ver con la parte del docente, pues hay que emprender reformas a mejores modelos pedagógicos, hacia una docencia interactiva, que nos acerque a las necesidades sociales”, señaló.
En este punto, refirió que es necesario impulsar mejores modelos pedagógicos para que los alumnos no sólo se dediquen a recibir información, sino que se les den oportunidades de tener una participación más amplia y que los acerque al “mundo del trabajo”.
Al indicar que existe un aumento en la demanda educativa, que ha llevado a la saturación de los grupos escolares y mayor carga docente, que se combina con un presupuesto e infraestructura que consideró insuficiente, apuntó que una vía sería impulsar un plan nacional para crear más opciones, de la mano con otras instituciones de educación superior.
“No podemos desconocer que el país tiene un enorme problema en materia de cobertura de la educación superior. La Universidad podría crecer, pero, si no existen más recursos, no podemos emprender nuevos proyectos. La UNAM tiene que impulsar, a través de la ANUIES, un plan nacional para crearse opciones a través de las instituciones públicas del país, las universidades estatales; no puede ser un esfuerzo sólo de la Universidad”, dijo.
Con estos antecedentes, el exresponsable del Consejo Universitario, posterior a la huelga de 1999, considera que la propuesta hecha por Morena para que la renovación de Rectoría sea por una elección abierta, no es una demanda generalizada y que, además, pondría en riesgo la autonomía de la institución.
“No creo que sea una demanda generalizada. Considero que, como está diseñado el esquema, es correcto; que sea la Junta de Gobierno la que, a partir de una decisión fundamentada y razonada, decida quién conducirá los destinos de la institución.
“Promover un ejercicio electoral en la Universidad pondría en riesgo la autonomía, porque quienes son los que pueden poner en marcha un motivo electoral son los partidos políticos, que estarían imponiendo a alguien apoyado por algún partido. Ése no es el camino”, expuso.
A pesar de ello, el doctor hizo hincapié en que se debe apostar por reformas que beneficien a la máxima casa de estudios.
“Es importante atender demandas no resueltas, y esto requiere una vocación de cambio. No basta con mantener tranquila a la Universidad; hay que mantenerla tranquila, pero también con procesos de cambio, con prudencia y con gobernabilidad”, concluyó.
- Formación: Licenciado en Sociología por la UNAM, maestro en Demografía y doctor en Ciencias Sociales por el Colegio de México.
- Trayectoria: Durante 37 años se ha desempeñado en áreas académico-administrativas en la UNAM; en 2018 fungió como director general de Información en Salud, en el Gobierno federal, y actualmente es aspirante a la Rectoría de la máxima casa de estudios.