El proceso interno de Morena para elegir a sus candidatos a gobernadores puede chocar de frente con elementos de “polarización, crispación, enfrentamientos y diálogos sordos” en los estados, cuando no se llegue a acuerdos, que darían pie a división y rupturas como efecto también de las experiencias con Ricardo Mejía Berdeja y Marcelo Ebrard, advirtieron fuentes próximas a los procesos y especialistas en la materia.
El investigador y analista político Antonio Crespo advirtió que, si bien “Morena ha tratado de poner reglas claras en su contienda interna”, las elecciones del 2024 podrían perfilarse con muchas rupturas al interior del partido y sobre todo marcadas diferencias, que van desde la inconformidad por quienes resulten electos, a los favoritismos.
Asimismo, el académico señaló “un ambiente polarizado, crispación y enfrentamientos que son reales y visibles desde que se dio a conocer quién ganó la encuesta para candidato presidencial, y que se podría presentar ahora en los nueve estados en contienda, lo que ha causado un ambiente electoral tenso”.
Con un conflicto aún sin resolver, motivado por la impugnación de Marcelo Ebrard al proceso interno que dio la Coordinación de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación a Claudia Sheinbaum, ahora se suman posibles fracturas por la elección de los coordinadores estatales.
Las y los coordinadores, eventualmente, se convertirán en los candidatos de Morena para las elecciones de Jefe de Gobierno en la Ciudad de México, y para las gubernaturas de Chiapas, Tabasco, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Veracruz y Yucatán.
En Veracruz, una fuente cercana a los comités estatales de esa entidad refirió que “hay diferencias sobre el apoyo a la secretaria de Energía Rocío Nahle y el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna”. Advirtió que “hay favoritos para los mandamás; al menos en este estado, sí”.
Para Aldo Muñoz Armenta, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), “la elección del Estado de México dejó un gran aprendizaje para el partido entrante en esta entidad, pero sí se ha visto en estos años polarización dentro de Morena; hay diálogo sordo y eso se puede incrementar. Ya lo estamos viviendo, pero, como ellos mismos dicen, hay que dejar que elija el pueblo”, comentó.
De las nueve entidades que estarán en juego, actualmente Morena gobierna la Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz, mientras que las otras tres son encabezadas por partidos de la oposición: Jalisco (MC), Guanajuato y Yucatán (PAN).
A decir de Andrea Chávez, diputada federal y consejera del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, “La maquinaria morenista está lista para competir en territorio y casa por casa a favor de Claudia Sheinbaum y los candidatos de la Cuarta Transformación; todos tienen grandes posibilidades y quienes se queden fuera como candidatos a gobernadores, saben que éste es un espacio de unidad; no habrá fracturas, pues se privilegia el movimiento”, dijo a La Razón.
“Nuestro partido no ha dejado las calles, es por ello que agradecemos a los compañeros que se dedican a tocar puerta por puerta, casa por casa, eso es la unidad; hay la participación de más de un millón de personas y eso te habla de que hay una participación política muy activa de parte de las y los simpatizantes del partido, de parte de la militancia, que seguramente te habla de que sus familias están activas”, refirió.
Al referirse al tema, Carlos Elizondo, especialista en política pública y profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey, quien publicó el libro Y mi palabra es la ley. AMLO en Palacio Nacional, refirió a La Razón que Morena enfrentará “un proceso difícil más en lo interno que en lo externo, pues la pelea por las candidaturas advierte riesgos de divisiones.
“Morena tiene gran parte del territorio y van por más, pero debe existir habilidad por parte de los dirigentes estatales y nacionales para lograr consensos, acuerdos que no debiliten su partido. Lo que se vio, por ejemplo, con Ricardo Mejía Berdeja en Coahuila, fue claro ejemplo de lo que no debieron hacer; la división interna puede causar una división fuerte; sin embargo, lo más probable es que sí veamos una serie de elementos de fractura, de ruptura en diferentes estados, cuando no se lleguen a los acuerdos”.
El especialista expuso que “Morena impuso una especie de cerrojo, de candado, cuando hacen firmar una carta a los aspirantes donde existe una obligación legítima de aceptar los resultados, como sucedió a nivel nacional con la elección de la coordinadora nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, y un tema que han intentado aislar, el de Ebrard”.
“Juan”, simpatizante de Marcelo Ebrard en el estado de Tabasco, consideró que el especialista Elizondo “tiene toda la razón, porque hacen firmar un papel, aunque sí hay movimientos que no son precisamente la verdad, como ocurrió con Marcelo, a quien dicen que le darán una respuesta, pero no cuándo.
“En el caso de su entidad, aseguró que también hay presión para que no se inscriban ciertas personas. Desde que les decían que no tenían posibilidad de competir, eso ya es presión; la ruptura de Morena empezó con lo que se le hizo a Marcelo Ebrard”.