La Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) concluyó el proceso de análisis y consulta como parte del proceso para renovar la Rectoría.
Por medio de un comunicado, el órgano dio a conocer que hasta este miércoles recibió 26 mil 288 opiniones que conforman la comunidad universitaria, pero también de la sociedad en general.
Detalló que como parte de esta auscultación se llevaron a cabo de manera inédita 21 reuniones de manera presencial y remota, con diversos cuerpos colegiados, a fin de identificar y conocer la situación de la Universidad Nacional y los desafíos que enfrenta.
Agregó que estuvieron incluidas las opiniones de mil 266 grupos de las distintas entidades académicas y dependencias universitarias, quienes expresaron sus opiniones sobre las y los aspirantes y las propuestas que éstos plantearon.
El trabajo de la Junta de Gobierno también incluyó visitas a las cinco Facultades de Estudios Superiores de la zona metropolitana: Acatlán, Aragón, Cuautitlán, Iztacala y Zaragoza, así como los campos universitarios ubicados en los estados de Baja California, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Querétaro y Yucatán.
“La Junta de Gobierno agradece la participación de las y los académicos, estudiantes, trabajadores, egresados y personas de la sociedad interesadas en este proceso. Reconocemos también, la realización de múltiples foros en donde las y los aspirantes presentaron sus proyectos de trabajo y entablaron un diálogo respetuoso e incluyente con la comunidad universitaria”, concluyó.
Aspirantes a la Rectoría de la UNAM van por ampliar recursos
Por considerar que el presupuesto que recibe la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es insuficiente y que llega hasta limitar su potencial, la mayoría de los 17 aspirantes a ocupar la Rectoría durante los próximos cuatro años tienen entre sus planes ampliar los recursos de esta casa de estudios mediante la consolidación de la venta del capital intelectual que se genera dentro, pero también disponer una racionalización de los gastos.
En las semanas recientes, La Razón conversó con 10 de los aspirantes, cuya propuesta común es mejorar la condición actual de la institución por medio de una mejor capacitación docente, renovación de herramientas e infraestructura, la incorporación de nuevas tecnologías y otras estrategias que permitan eficientar y resolver problemáticas.
El planteamiento principal que varios de ellos hacen es aprovechar la oferta de cursos y diplomados, pero también apostar por expandir esta “venta” a su capacidad para investigar, analizar y estudiar fenómenos de manera multidisciplinaria.
De manera paralela, coincidieron en que otro tema fundamental para que la máxima casa de estudios reciba mayores ingresos es procurar el acercamiento con el Gobierno federal y la Cámara de Diputados, para que ésta “dimensione” las necesidades de una institución del tamaño de la UNAM.
Para la doctora Luz Vilchis, debe implementarse una “intensa política de internalización y vinculación” que llegue hasta la iniciativa privada o con organizaciones de la sociedad civil.
Como ejemplo, explicó que se podría promover un acercamiento a una marca de vehículos, con el fin de obtener unidades de transporte para los alumnos de diversas entidades académicas, cuyo pago sería el desarrollo tecnológico o en otras áreas, por parte de estudiantes, lo que a su vez les serviría para adquirir experiencia laboral.
“A ver, marca de autobuses, nosotros te podemos apoyar en marketing, diseño industrial, desarrollo tecnológico, innovaciones de ingeniería, y tú nos retribuyes con unidades de transporte”, dijo.
El director de la Facultad de Derecho, Raúl Contreras Bustamante, recalcó que esto es fundamental y, por ello, señaló que quien quede en la Rectoría deberá tener experiencia y sensibilidad para que los ingresos desde la Federación se incrementen.
Dada su experiencia al frente de esta entidad, señaló que se logró optimizar el presupuesto que recibe ante un aumento del 40 por ciento en su matrícula, mediante la generación de ingresos extraordinarios como la venta de diplomados.
Sin embargo, planteó que no se puede concentrar la apuesta en tal plan porque “dirían que nos estamos privatizando”, por lo que otra vía sería “convocar a la participación solidaria de los egresados”; es decir, donativos.
La directora de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) León, Laura Susana Acosta, planteó un proyecto encaminado a una actitud “comunitaria” con la nación, pero para ello se deberá lograr una estabilidad para sus académicos, a quienes considera el “pilar” de la institución.
“Hay que brindarles capacitación continua, un acompañamiento para la obtención de estímulos y de financiamiento para sus proyectos de investigación e innovación educativa”, dijo, luego de advertir que el presupuesto “prácticamente no ha crecido” y lo cual también ha derivado en otra consecuencia: “es difícil seguir aceptando más alumnos”.
El secretario administrativo, Luis Álvarez Icaza Longoria, refirió que en el país se ha decidido invertir poco en educación, con lo cual México se encuentra lejos de otros países.
“El presupuesto sí es insuficiente, pero tiene que ver con cuánto decidimos, como país, invertir. En educación e investigación no llegamos para nada a los estándares internacionales; somos un país con limitaciones de presupuesto y baja recaudación fiscal”, expuso.
Por ello, señaló que toca ser “eficientes” en el uso del presupuesto que se recibe, pero también “imaginativos” para buscar “nichos de ahorro”; por ejemplo, que los procesos administrativos sean más baratos de implementar.
El doctor Imanol Ordorika señaló que lo primero en cuestión presupuestal es transparentar el cómo se distribuye y se ejerce, pero en un segundo punto, recalcó, debe haber una reorientación y racionalización de gastos que considera superfluos y que podrían invertirse en la rehabilitación de instalaciones.
“UNAM tiene que crecer con los pies en la tierra”
Para Daniel Trejo, el fungir como profesor de asignatura en la Facultad de Administración de la UNAM no significa un obstáculo en su búsqueda por la Rectoría de la institución, pues afirma que el ser popular no representa ser capaz para ocupar el cargo y llevar a esta casa de estudios al crecimiento “con los pies en la tierra”.
“Hay que conversar con todas las partes involucradas en la UNAM, el rector es un facilitador, garante y representante de la misma, entonces habría que modificar algunos temas de la legislación para crecer de una manera orgánica con los pies en la tierra”, dice en entrevista.
“Si eligen al médico que ha escrito 20 libros, pero que en su vida ha abierto más que cadáveres y es el más popular, entonces cuando vaya a operar a alguien, se le va a morir. La popularidad no implica capacidad, esto no es una pasarela de popularidad, pero tampoco es una pasarela de cuotas, debe ser un tema de meritocracia, de alguien que consolide, que sea agnóstico, que sepa sumar.
“El rector debe ser una persona que facilite; un buen administrador es transparente, no nada más en la rendición de cuentas; él no es la cara única de la Universidad, es el que facilita, pero no es el rostro masivo”, puntualiza.
Para el doctor en Administración, su prioridad es conducir a la Universidad con un enfoque en que se optimicen los recursos y escenarios de la UNAM.
“Nosotros lo que tenemos que buscar es mejorar la calidad humana y de conocimiento que tengan los estudiantes, esta juventud y este conocimiento que tengo creo que sí es una ventaja muy importante contra mis otros colegas”, señala.
Argumenta que su aspiración se enfoca en las “áreas de oportunidad”, que asegura haber visto en su paso por la UNAM desde que cursó la licenciatura en 1995, y que no se han mejorado.
“Hay una posibilidad muy importante para la Universidad en el sentido que, hoy día, la situación en México es políticamente complicada y la UNAM, bueno, el rector Graue ha hecho lo mejor que ha podido, pero tiene algunos cuestionamientos de diferentes poderes, pero (ante esto) tengo una virtud y es que soy apolítico, yo no tengo compromiso político con nadie más que con la Universidad y eso evita que se polaricen mis opiniones”, apunta.
Además, se jacta de conocer la institución más allá del “quinto piso de un edificio viendo de lejos las cosas, no es lo mismo a estar en el pizarrón junto con los alumnos, otros colegas, padeciendo la violencia, asaltos, robos y muchas cosas que tristemente se ven”. En caso de ser designado, asegura que no es una sino varias las necesidades por atender; sin embargo, asevera que esto no significa que se trate de destruir lo que ha construido la UNAM, pues opina que se han hecho labores adecuadas a pesar de las “limitaciones” que ha enfrentado.
Aunque apunta que es necesario renovar e integrar las tecnologías aplicadas a la educación, subraya que las mejoras no pueden ir únicamente en el sentido técnico, sino también incluir una “calidad humana”.
En cuanto a la expansión de esta casa de estudios, indica que prometer abrir espacios sin considerar la infraestructura actual sería “un poco imprudente”; pese a ello, apuesta por aprovechar la “experiencia” que dejó la pandemia de Covid-19, para impulsar las actividades a distancia.
Trejo Medina hace hincapié en que se debe poner especial atención en el nivel medio superior que atiende la máxima casa de estudios, pues precisa que se ha dejado de lado velar por el interés superior de la niñez, a pesar de que 28 por ciento de sus estudiantes en dicho nivel son menores de edad.
Al exterior de la Universidad, reconocida como un ente relevante también en el ámbito político, afirma que en el marco de la contienda electoral, esta institución debe ser un espacio “abierto a todas y todos los candidatos”, sin manifestar ninguna preferencia.
“Debemos ser agnósticos. Es evidente que hay muchos directores que optan por un color y son plenamente identificados, no somos inocentes, y eso es respetable, es una propiedad que ellos tienen; sin embargo, el tema personal es particular, si él quiere como persona, individuo, apoyar a quien sea es libre, pero no puedo usar el escudo de ser el director de X o Y facultad para apoyar a un candidato, eso iría en contra de una correcta moral y ética de la Universidad”, afirma el aspirante a rector.
Considera que como una institución respetable, la UNAM puede involucrarse en el proceso en apoyo a las autoridades electorales mediante la vigilancia y procuración de la transparencia.
“La Universidad debe de ser cautelosa en la evolución, siempre amparada en un marco de derecho, no debe de ser una plataforma política ni una plataforma de poder”, subraya.
DAN