Aspirante busca mejorar calidad de la institución

“UNAM tiene que crecer con los pies en la tierra”

Daniel Trejo afirma que, de ganar el puesto de rector, su prioridad sería optimizar los recursos y escenarios de la Universidad; apuesta por impulsar las actividades educativas a distancia y renovar las tecnologías

Daniel Trejo Medina, en imagen de archivo. Foto: Especial

Para Daniel Trejo, el fungir como profesor de asignatura en la Facultad de Administración de la UNAM no significa un obstáculo en su búsqueda por la Rectoría de la institución, pues afirma que el ser popular no representa ser capaz para ocupar el cargo y llevar a esta casa de estudios al crecimiento “con los pies en la tierra”.

“Hay que conversar con todas las partes involucradas en la UNAM, el rector es un facilitador, garante y representante de la misma, entonces habría que modificar algunos temas de la legislación para crecer de una manera orgánica con los pies en la tierra”, dice en entrevista.

“Si eligen al médico que ha escrito 20 libros, pero que en su vida ha abierto más que cadáveres y es el más popular, entonces cuando vaya a operar a alguien, se le va a morir. La popularidad no implica capacidad, esto no es una pasarela de popularidad, pero tampoco es una pasarela de cuotas, debe ser un tema de meritocracia, de alguien que consolide, que sea agnóstico, que sepa sumar.

“El rector debe ser una persona que facilite; un buen administrador es transparente, no nada más en la rendición de cuentas; él no es la cara única de la Universidad, es el que facilita, pero no es el rostro masivo”, puntualiza.

Para el doctor en Administración, su prioridad es conducir a la Universidad con un enfoque en que se optimicen los recursos y escenarios de la UNAM.

Hay que conversar con todas las partes involucradas en la UNAM, el rector es un facilitador, garante y representante de la misma, entonces habría que modificar algunos temas de la legislación para crecer de una manera orgánica
con los pies en la tierra

“Nosotros lo que tenemos que buscar es mejorar la calidad humana y de conocimiento que tengan los estudiantes, esta juventud y este conocimiento que tengo creo que sí es una ventaja muy importante contra mis otros colegas”, señala.

Argumenta que su aspiración se enfoca en las “áreas de oportunidad”, que asegura haber visto en su paso por la UNAM desde que cursó la licenciatura en 1995, y que no se han mejorado.

“Hay una posibilidad muy importante para la Universidad en el sentido que, hoy día, la situación en México es políticamente complicada y la UNAM, bueno, el rector Graue ha hecho lo mejor que ha podido, pero tiene algunos cuestionamientos de diferentes poderes, pero (ante esto) tengo una virtud y es que soy apolítico, yo no tengo compromiso político con nadie más que con la Universidad y eso evita que se polaricen mis opiniones”, apunta.

Además, se jacta de conocer la institución más allá del “quinto piso de un edificio viendo de lejos las cosas, no es lo mismo a estar en el pizarrón junto con los alumnos, otros colegas, padeciendo la violencia, asaltos, robos y muchas cosas que tristemente se ven”. En caso de ser designado, asegura que no es una sino varias las necesidades por atender; sin embargo, asevera que esto no significa que se trate de destruir lo que ha construido la UNAM, pues opina que se han hecho labores adecuadas a pesar de las “limitaciones” que ha enfrentado.

Aunque apunta que es necesario renovar e integrar las tecnologías aplicadas a la educación, subraya que las mejoras no pueden ir únicamente en el sentido técnico, sino también incluir una “calidad humana”.

En cuanto a la expansión de esta casa de estudios, indica que prometer abrir espacios sin considerar la infraestructura actual sería “un poco imprudente”; pese a ello, apuesta por aprovechar la “experiencia” que dejó la pandemia de Covid-19, para impulsar las actividades a distancia.

Trejo Medina hace hincapié en que se debe poner especial atención en el nivel medio superior que atiende la máxima casa de estudios, pues precisa que se ha dejado de lado velar por el interés superior de la niñez, a pesar de que 28 por ciento de sus estudiantes en dicho nivel son menores de edad.

Al exterior de la Universidad, reconocida como un ente relevante también en el ámbito político, afirma que en el marco de la contienda electoral, esta institución debe ser un espacio “abierto a todas y todos los candidatos”, sin manifestar ninguna preferencia.

“Debemos ser agnósticos. Es evidente que hay muchos directores que optan por un color y son plenamente identificados, no somos inocentes, y eso es respetable, es una propiedad que ellos tienen; sin embargo, el tema personal es particular, si él quiere como persona, individuo, apoyar a quien sea es libre, pero no puedo usar el escudo de ser el director de X o Y facultad para apoyar a un candidato, eso iría en contra de una correcta moral y ética de la Universidad”, afirma el aspirante a rector.

Considera que como una institución respetable, la UNAM puede involucrarse en el proceso en apoyo a las autoridades electorales mediante la vigilancia y procuración de la transparencia.

“La Universidad debe de ser cautelosa en la evolución, siempre amparada en un marco de derecho, no debe de ser una plataforma política ni una plataforma de poder”, subraya.