Cada elemento tiene un propósito

Este es el significado de la sal y el agua en la ofrenda de Día de Muertos

En México, las ofrendas del Día de Muertos son un bello tributo a la cultura mexicana y una forma de mantener viva la memoria de quienes han partido

La ofrenda del Día de Muertos, ritual sagrado que representa devoción a quienes ya partieron Foto ilustrativa: Archivo Cuartoscuro

En México, las ofrendas de Día de Muertos son coloridas y están llenas de significados. Se elaboran con altares adornados con flores, velas, calaveras de azúcar y alimentos tradicionales para honrar a los seres queridos que ya murieron.

En las tradicionales ofrendas, cada elemento tiene un propósito simbólico, por ejemplo, las flores de cempasúchil que guían a los espíritus de regreso, y el pan de muerto que representa la vida y la muerte.

Estas ofrendas son un bello tributo a la cultura mexicana y una forma de mantener viva la memoria de quienes han partido.

¿Qué significan la sal y el agua en la ofrenda de Día de Muertos?

Cada elemento que se coloca en una ofrenda tradicional mexicana encierra su propia historia, tradición, poesía y misticismo, por ejemplo la sal y el agua.

La sal es un elemento de purificación que sirve para que el cuerpo no se corrompa en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año.

Y el agua, que es la fuente de la vida, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso. En algunas culturas simboliza la pureza del alma.

Ofrenda para el Día de Muertos: Este es el significado de las veladoras

Otro de los elementos que no pueden faltar en las ofrendas del Día de Muertos en México son las veladoras. Este es uno de los elementos más importantes en la tradicional festividad mexicana que honra a los difuntos.

Los antiguos mexicanos utilizaban rajas de ocote. En la actualidad se usa el cirio en sus diferentes formas: velas, veladoras o ceras. La flama que producen significa "la luz", la fe, la esperanza.

Además, son guía, con su flama titilante para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada, indica el Gobierno federal.

En varias comunidades indígenas cada vela representa un difunto, es decir, el número de veladoras que tendrá el altar dependerá de las almas que quiera recibir la familia.

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Leo

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